miércoles, 18 de febrero de 2015

EL "NO" BEBE TEQUILA

Que la empresa Pagés comandada por Eduardo Canorea y Ramón Valencia no ha hecho las cosas bien en Sevilla en una evidencia.

Ya lo pagó con creces el año pasado. Aquella rueda de prensa con más vino de lo normal le salió cara. Pero dicen en mi pueblo, que los niños y los borrachos dicen la verdad, y aquella frase salida del alma de Don Eduardo, “las figuras están en el limbo y en la parra” no fue adecuado en la forma pero tiene un fondo de “Verdad Verdadera”

Este año, la empresa sigue castigada. Miguel Ángel Perera, Juli, Talavante y Morante han dicho no a las ofertas de la empresa, que pese al abandono del año pasado, los ha llamado los primeros. El único que pisará otra vez Sevilla, es Manzanares. Una decisión de listo. Sabe que la Maestranza es un buen feudo de votos y no puede dejar en blanco un lugar donde cosecha buen balance para la temporada.

Miguel Ángel Perera sigue emperrado y no quiso negociar desde la primera llamada. El apoderado de El Juli si negoció y además tres tardes en el abono Sevillano, pero de la noche a la mañana, el torero cambió de opinión y Lozano, el apoderado rompió relaciones. Con Talavante pasó algo parecido. Se mareó la perdiz, los apoderados tenían negociadas dos tardes y el torero dijo no, el rotundo hace una semana. De ese no viene el otro no. El de Hoy de Morante. Pese a tener encima de la mesa una oferta con cinco tardes para la temporada y haber mareado por exigir ganaderías y compañeros de cartel, hoy a dicho no.

Este año la empresa ha hecho lo que las figuras le demandaban el año pasado. Les ha puesto las cosas fáciles, ganaderías del gusto, cordialidad y bajada de pantalones, pero hay una extraña fuerza que lo desbarata todo. Un extraño poder que quiere hacerse con la maestranza de Sevilla. Una corriente azteca que coge la plaza de Córdoba mirando a Sevilla.

Que el año pasado Canorea tuvo su merecido, está claro. Pero este deja entrever que el escarmiento del año pasado no fue sólo por el cabreo de cinco señores. Hay algo detrás. Una feria de México a la que se le hace más caso y un señor rico que quiere algo cueste lo que cueste.

Algo pasará cuando Manzanares recibe presiones para que dé un paso atrás y no se anuncie tampoco en Sevilla.

En esta lucha, hay una víctima clara. La plaza de Sevilla y su afición. En eso no han pensado. Para cuando llegue el salvador ya no habrá nada pidiendo auxilio.

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