Que me
parezcan aceptables, con lo que hay disponible y siempre bajo la alargada
sombra de la ausencia de Diego Urdiales, no quita para decir la tremenda
cagada o engaño que la empresa Pagés nos ha colado con el precio de los abonos.
Se dijo en
rueda de prensa que los precios de mantenían, algo que no es así. El abono de
Sevilla vuelve a subir, no el 15% que se bajó el año pasado, sino dos puntos
más para llegar a un 17% de aumento. O lo que es lo mismo, que supone un
desembolso de más de trescientos euros en localidades de sombra, doscientos en
sol y sombra y ciento cincuenta euros en sol.
Una cagada,
cuando se sabe que este año la empresa va a recoger beneficios por la venta de
la feria a la plataforma de televisión de Pago. Que menos que haber mantenido
los precios del año pasado y que golpe de efecto hubiera pegado la empresa,
bajando otros puntitos más el precio del abono.
Sembrar,
sembrar y sembrar, esa debería ser la consigna de una empresa que, pese a las circunstancias
y guerra con los “G” y pretendientes de la plaza, quiere lo mejor para su plaza
y conseguir la paz deseada, para que la historia de la plaza de toros de la
Maestranza vuelva a tener el prestigio de siempre. Y además presentar ante las
cámaras de televisión un buen aspecto de la plaza.
Lamentablemente,
lo de Pagés es Fumigar, Fumigar y Fumigar. Y ya solo les quedan las cuatro
moscas viejas de sombra. Y Cemento, mucho cemento.
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