No se
vosotros, pero yo ya estoy hasta la coronilla de ver a toreros que lo tienen ya
todo dicho y que por su empecinada manía de seguir en la brecha, para llenar la
cartilla, se están llevando por delante las oportunidades que merecen otros
toreros. Y a la vez están privando al
público y aficionado de ver nacer a nuevos toreros que motiven la asistencia a
las plazas.
En consecuencia, engrandecer el espectáculo y que la ley de vida
siga su curso normal.
Ya vale de
penitas con Padilla. Ya no podemos juzgarle por el parche en el ojo. Juan José
Padilla, valiente, superman y buena persona, sin duda; tiene su historia
escrita en el toreo. Una historia que le puso una montaña y que le premió por
salvarla. Todos lo sabemos, pero ha llegado el momento de que el torero se dé
cuenta que su inclusión en las ferias es un pufo para el aficionado. Hoy en
Bilbao Juan José ha tenido un lote de Puerta Grande. Un lote que ha hecho
pensar en toreros que no toreaban hoy en Bilbao, o que la rancia Junta
Administrativa, que está en el limbo y en la parra que diría Canorea, ha sido
incapaz de llamar en detrimento del espectáculo y de la feria.
La corrida de
Jandilla, muy cuidada en varas, llegó a la muleta con posibilidades. Sobre todo
el lote de Padilla, con un primero tan noble que ya lo quisiera para si antes
el añorado Curro Romero y un cuarto de bordar el toreo por los dos pitones. Dos
buenos productos que no dos grandes toros. Con ellos Padilla hizo un tributo al
malgaste y el desaprovechamiento. No hay más. El cuarto, “Ferretero” fue
premiado con una generosa vuelta al ruedo en el arrastre y Padilla se dio una
pitada vuelta al ruedo.
De las
catacumbas salió El Cid con el quinto, que ya era hora. Y lo hizo con la mano
izquierda, esa que ya no sabíamos si la tenía o no. Importante también en el
último tercio este toro y sorpresiva faena la de el de Salteras. Estuvo digno.
No fue el Cid de antaño, pero nos reencontramos, aunque sólo fuera un espejismo, con esa mano izquierda añorada. Hubo dos naturales de excepción. Y esos dos
naturales son el peso de una faena de dientes de sierra coronada con una estoca
entera. A esas alturas los naturales todavía olían y la oreja fue a sus manos.
Con el segundo, mal presentado y deslucido, el Cid mostró la cara que suele
mostrar últimamente. Ojala ese toro quinto, le haya dado confianza para ver de
más continuo la cara A de El Cid.
La verdadera atracción
de la tarde era ver a José Garrido. Bilbao le ovacionó porque todavía se
recuerda la magnífica actuación en la novillada del año pasado. Este, de
matador, tampoco ha defraudado. José es todo ganas. Fue capaz de plantarle cara
a un complicado toro que hizo tercero. El inicio de faena fue bueno pero el remate
con una trincherilla fue superior. Luego
el toro se fue agriando. Estimable fue la labor al natural, intentando corregir
el calamocheó del animal. No fue una faena perfecta, hubo algún lógico
enganchón, pero José dejó constancia de que es el futuro. Y al futuro ahí que
darle paso. Una estocada le puso una oreja en sus manos.
El jabonero
que cerró plaza se apagó muy pronto y José tendrá que aguardar a futuros
compromisos para que el futuro pegue una gran patada a la puerta Grande y se
haga presente.
Ficha:
Plaza de
Toros de Bilbao. Martes 25 de Agosto. 4ª de las Corridas Generales.
Toros de
Jandilla, desiguales de presencia y de juego. Corrida poco picada y con
opciones en la muleta. Noble el 1º. Buenos en el último tercio 4º, premiado
exageradamente con la vuelta al ruedo en el arrastre y 5º. Complicado el 3º.
Deslucidos 2º y 6º.
Juan José
Padilla: Ovación y Vuelta al ruedo protestada
El Cid:
Silencio y Oreja
José Garrido:
Oreja y Ovación.
Entrada:
Menos de media entrada.
Y mañana:
Toros de Juan Pedro Domecq para: Enrique Ponce, Morante de la Puebla y
Manzanares.
Por Fran
Pérez @frantrapiotoros
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