Convertir en
el viento en suave clarín por Sutullena. Dejar en el ambiente otra vez aroma de
tarde de tendido, olor a puro y pasodoble, mientras pisa la arena.
Pintar en la
solapa con oro de ilusión, “Clavellinos” bravos de Huelva. Hacer rezumar de los
cuadros de la chaqueta, estampas de frente y deseo de que vuelva.
Y desatar la
pasión por “Foqueros” sin espada, que ya no importa, porque ahí queda. Y
recordar la magia “Formidable”, que es una pena, que ya no se vea.
Sentimiento “Disoluto”
que al corazón agarrado queda. Momentos únicos, que vivirlos puede que no
pueda.
Febrero fue
rubio al paso del diecinueve. Porque con una sólo presencia, hizo a Lorca otra
vez taurina. Y eso, sólo eso, lo consiguió Pepín Jiménez.
¡Gracias
Maestro!
@frantrapiotoros
Nota: Con
motivo de la tertulia que el Club taurino de Lorca organizó con el maestro
Pepín y Paco Ureña, moderados por Manolo Molés. El sentimiento Pepín sigue
estado ahí. Casi 600 personas lo comprobaron.
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