¿Para qué
vale torear? No lo entiendo. Sigo sin creerme que el mantazo a todo trapo y el
jolgorio a toda mecha, le hayan podido al toreo en la recién finalizada feria
de Abril de Sevilla.
Y no es que
este a disgusto por la Puerta del Príncipe para Juan José Padilla. Una Puerta
del Príncipe, todavía, y mira que van años, con las rentas del sufrimiento de
aquella terrible cornada de Zaragoza.
Hace algunos
años que me propuse tratar a Juan José, ya de igual a igual. Y con ese rasero,
da vergüenza ajena lo que ocurrió el sábado de farolillos, o de turismo, en la
maestranza. Está claro que Juan José Padilla, por su concepto del toreo, no
podrá llegar nunca a cotas de expresión y verdad como las que se vieron en días
anteriores en el rubio albero sevillano. LEE EL ARTÍCULO COMPLETO EN PUREZA Y EMOCIÓN (Click aquí para acceder a el texto completo)
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