martes, 27 de septiembre de 2016

La opinión de Salas: A PAGAR Y A CALLAR

Esta semana vengo a hablaros sobre algo que tanto a mi como a muchos de vosotros nos toca la moral… ¿Cómo puede ser que en pleno siglo veintiuno no se pueda expresar libremente una opinión en una plaza de toros, como puede ser que por protestar algo que bajo tu punto de vista está mal, te echen a empujones y porrazos de una plaza de toros? Sobre esto vengo a hablaros hoy…

Hace unos días en el último festejo de la Feria de Albacete un aficionado fue expulsado de la plaza, primero a empujones por el público y luego por un guardia de seguridad de dicha plaza. Y todo por protestar algo que a él le parecía mal, ¿pensáis que es correcta la actitud de la genta al echar a este hombre de la plaza que había pagado su entrada como todo el mundo, solo por protestar?

Yo pienso que no es correcta ya que los aficionados a los toros hoy en día pagamos un dineral por ver un espectáculo en el que muchas veces y por desgracia casi en todas se nos da “gato por liebre”. Somos pocos los que vamos a una plaza, pagamos nuestra entrada y si algo no nos parece bien, protestamos. Y encima de que somos pocos los que protestamos, nos quieren quitar de en medio...

Quieren convertir este espectáculo en algo en el cual el aficionado se limite a pedir orejas y aplaudir. Por suerte de momento no lo han conseguido, pero con casos como el de Albacete no solo conseguirán que dejemos de protestar, sino que también conseguirán que dejemos de ir a la plaza por miedo a que por ejercer nuestro derecho de exigir y protestar aquello que no vemos bien, nos traten igual que trataron a este señor en Albacete.

Los aficionados que protestamos no lo hacemos por gusto, lo hacemos porque muchas veces nos sentimos engañados, y personalmente pienso que para decirle a los toreros lo bien que lo han hecho ya tienen a mucha gente alrededor, formando esa burbuja en la que viven, sin darse (o al menos sin querer darse) cuenta de que esta fiesta va a menos. A veces también deberían salir de esa burbuja y escuchar al aficionado.

No debemos de dejar que nadie convierta esta fiesta en eso de “a pagar y a callar”. Porque si ya nos engañan casi como quieren, el día que se censure la libertad de expresión la fiesta se terminará de venir abajo. Porque a la gente que hoy en día vive de ella… no la veo con ánimo de que sus descendientes también vivan de ella y la disfruten, porque antes de que eso llegue, los que he dicho que vivían en esa burbuja se habrán cargado la fiesta.

Por Andrés Salas @andresalas2011

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