“Canastero II”
era el chico noble del Clan de Hoyo de la Gitana. Hoy en Calasparra ha quedado
claro, que Santa Coloma es al toro bravo como calé al humano. Los que se
entregan te dan el corazón, humillan y emocionan. Cante jondo de la bravura para
los mejores aficionados y muletas expertas. Los que dan problemas, pueden ser
muy malos, delincuentes en cuerpo de toro, que dan muchos quebraderos de cabeza
y ponen muelles a las piernas.
En el primer
festejo de la feria del Arroz de Calasparra tuvimos la suerte de la menos
encontrarnos un calé de corazón. Un buen novillo de Hoyo de la Gitana que saltó
en cuarto lugar y que fue premiado con una exagerada vuelta al ruedo. “Canastero
II”, que así se llamaba el novillo, lo puso en bandeja para que Raúl Sáez diera
el primer gran toque de atención de la feria. Bravo en varas, se arrancó y
metió la cabeza abajo al caballo que montaba Francisco Javier Elena. Luego, en
la muleta, humilló y se dejó bastante,
aunque tampoco para tirar las campanas al vuelo.
Raúl Sáez,
que no se vestía de torero desde hace seis años, estuvo a medias tintas con él.
Y es lógico. Debemos ser conscientes de que no debe ser fácil encontrarse con
un animal bravo, después de seis años de parón. Entre los altibajos destacaron
los pases de pecho sentidos mirando al tendido y cuatro o cinco naturales donde
se volvió a ver la gran calidad que atesora el novillero de Cartagena. La pena
es que ahora muchos hayan descubierto al novillero, cuando lo han tenido parado
y tragándose la ilusión tanto tiempo. Mató de una buena estocada y fue premiado
con una oreja. Una oreja que rescata la moral del torero y lo anima a seguir
adelante.
Con el
peligroso primero lo pasó mal. La inactividad le pudo a las ganas. Fue volteado
de fea manera, afortunadamente sin consecuencias.
Manolo
Vanegas sorprendió con el segundo. Un animal por el que nadie apostaba y que a
fuerza de tesón y ganas, lo hizo para terminar sacándole pases al natural de
buen concepto. Buena labor la del novillero venezolano que mató de entera
efectiva y cortó la primera oreja de la feria.
El quinto fue
un novillo reservón y con peligro con el que se juagaba con fuego cada vez que
se le citaba. Vanegas, más precavido, lo intentó. La espada no le funcionó y escuchó
silencio tras dos avisos.
Carlos
Aranda, que sustituía a José Ruiz Muñoz, pasó un trago gordo con el peligrosísimo
tercero. Un animal con la cara alta y que se hizo el rey de la plaza, causando
el pánico a diestro y siniestro. El tercio de banderillas fue bochornoso y la
faena de muleta más del camino del pies para que os quiero. Lo peor llegó con
el paupérrimo uso de los aceros. Carlos, muy descentrado, estuvo a punto de que
le echaran el toro al corral. El silencio fue cariñoso.
Al sexto le dieron
candela en el caballo por si las moscas, y el novillo se paró. Una bendición
para el novillero que aun así volvió a escuchar dos avisos y ratificando que no
sabía lo que le esperaba en Calasparra.
Calasparra
(Murcia) 1ª de la feria del Arroz 2016. Novillos de Hoyo de la Gitana,
peligrosos y deslucidos en general a excepción del buen 4º, de nombre “Canastero
II” premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Raúl Sáez (De
catafalco y oro), silencio, y una oreja. Manolo Vanegas (De carmín y oro),
oreja, y silencio y Carlos Aranda (De blanco y azabache), silencio en ambos.
Entrada: Media plaza
Y MAÑANA:
Novillos de Monteviejo para: David Fernández, Amor Rodríguez y Curro Durán.
Por Fran
Pérez @frantrapiotoros
Fotos: Laforet
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