Las
previsiones meteorológicas de la semana y el cumplimiento de ellas, en
cualquier empresa con seriedad, hubieran sido el aliciente para tener una lona
en condiciones, un equipo de areneros adecuados con la instrumentación necesaria
para el acondicionamiento del ruedo para dar el festejo en las mejores
condiciones posibles ante posibles lluvias de última hora.
A mediodía una
tromba de agua caía sobre Murcia y se colaba por esa braga de vieja por Lona,
hasta hacer el ruedo de La Condomina un auténtico patatal.
Era la hora
del festejo y un equipo de 5 personas se afanaba en alisar el desastre. Me
contaba uno de ellos que estaban faltos de personal. Y era evidente. Dos
banderilleros se afanaban con el rastro, un niño echando enormes sacos de serrín
por toda la plaza, que provocaba la mofa con la guasa murciana del público que
llenaba en más de la mitad de su aforo la plaza.
La tensión
del empresario Ángel Bernal y su hijo era palpable. Después de poner de serrín
hasta las orejas a la plaza, comenzó el paseíllo con media hora de retraso y
las rayas de picar sin pintar. Petardo de la empresa Bernal en este aspecto.
Y quizá lo
del serrín hasta las orejas fue la profecía de lo que íbamos a vivir en la
tarde.
Abrió plaza
el rejoneador Sergio Galán que realizó una gran labor a un buen toro de Fermín
Bohórquez. Conecto rápido con el público porque el de Bohórquez no paraba de
acometer a las cabalgaduras del rejoneador. Clásico con las banderillas y
explosivo con las cortas, tras buen rejonazo fue premiado con dos justas
orejas. Poco serrín hubo aquí. Con las lidias a pie llego el serrín en forma de
trofeos. Ponce, muy en Ponce, cuajó al buen primer novillo de su ganadería. Le
dieron el rabo, premio un tanto exagerado. Javier Conde dejó constancia de que
ni esta ni se le espera. Recital de “pinguis con canguelo” que el público capto
y silencio. Y que la amabilidad de algunos le hizo pedir una oreja que fue
otorgada y que paseó ante la división del personal.
A Rafaelillo
le tocó un novillo podrido con el que con raza logro impactar al público y
corta otro rabo. Demasiados trofeos, pero si alguien necesitaba sentir el calor
de público después de la canallada de esta empresa al dejarlo fuera en primera
instancia del festival era él. Luego afortunadamente Bernal rectificó y ofreció
la sustitución de Rivera al de Murcia.
El novillo de
El Cid tampoco fue bueno, demasiado parado. Aún así se vio a un Cid demasiado
precavido. Esperaba ver a un Cid con actitud ante lo que se le viene encima.
Definitivamente no lo veo para la encerrona de Madrid.
A Ureña le
tocó otro parado y feo novillo con el que a fuerza de voluntad sacó pases de un
pozo sin fondo y se pegó un sincero arrimón. El público entró con fuerza y le
pidió dos orejas que fueron concedidas.
Manso
embestidor fue el séptimo. Todo un bombón para torear que Antonio Puerta supo
aprovechar. Una faena de menos a más que explosionó al final del trasteo cuando
Puerta ya en los terrenos que el manso le pedía. Buena faena en conjunto que
tras pinchazo y estocada fue premiada con otro rabo. Un triunfo que celebró
Juan Reverte, el socio de Matilla que parece que coge las riendas de la carrera
del de Cehegín. Ya entendemos porque está en Madrid anunciado en abril y porque
Juan se va a jugar los cuartos en darle la alternativa con Liria y Manzanares.
Ficha:
Plaza de
toros de Murcia. Domingo 22 de Marzo. Festival de la AECC 2015.
Novillos de
Enrique Ponce, desiguales de presencia y de mal juego. Salvo 2º, bueno y 7º,
manso embestidor. El 1º de Fermín Bohórquez para rejones, bueno.
El rejoneador
Sergio Galán, dos orejas; Enrique Ponce, dos orejas y rabo; Javier Conde,
oreja; Rafaelillo, dos orejas y rabo; El Cid, ovación con saludos; Paco Ureña,
dos orejas; y el novillero Antonio Puerta, dos orejas y rabo.
Entrada: Más
de media plaza.
Por Fran
Pérez
@frantrapiotoros
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