lunes, 16 de marzo de 2015

YA NADA ES IGUAL (Valencia, Crónica de la 4ª de la feria de Fallas, 16 de marzo)

Se dejó el Soro su pasión en una lesión de rodilla. Una lesión que le hizo perder su profesión, el físico, la cartera y quizá algo más. De otra manera no se podría entender su reaparición hoy en Valencia, con una pierna biónica y un alza de casi medio metro.

Es de admirar la capacidad de superación de Vicente, pero quizá lo humano debió ganar a lo bohemio en esta ocasión. La imagen dada ha sido toda una vergüenza y desprestigio para la tauromaquia, una manera de tirar por la borda la carrera de aquel poderoso Soro y un insulto para aquellos jóvenes toreros, que preparados físicamente para enfrentarse al toro, hoy estaban en su casa.

Menos mal que estaba todo preparado para que pasará el menor mal posible. A ello contribuyó una corrida corrupta de Juan Pedro Domecq, afeitada hasta las trancas y sospechosamente inyectada, una empresa cómplice del atropello y público poco aficionado que está llevando a su plaza de primera al nivel de la portátil de Foios y que premió al paisano con una oreja por el esperpento.

De la circense actuación de Vicente, la voluntad de recuperar lo que se fue. Nada más. Ahora, alguien le debería invitar a dos docenas de buñuelos y decirle que su sueño está cumplido y que la suerte, tentada en demasía, le ha respetado, porque oportunidades para la tragedia las ha habido. A la Mare de Déu dels Desemparats le puede dar las gracias de que la voltereta recibida al entrar a matar al cuarto, sólo se haya quedado en morados en el costado.

¿Pero en que estamos convirtiendo a la tauromaquia? Un espectáculo dónde la base principal, el toro, es ninguneado. El toro es fiereza y acometividad, un animal que se identifica por no dar por perdida la batalla y que ahora lo han convertido en el fiel amigo, indefenso, flojo y bobo.

Ponce cortó una oreja porque le saca pases a lo que quiera. Sinceramente se queda muy corta su participación en las Fallas de su 25 aniversario de alternativa. Pero es lo que tiene cuando se apuesta por matar unos toros que no están a nivel de la maestría que atesora.

Tarde de sentimiento de Manzanares, que no canalizó el toreo por la pésima condición del ganado. Pero es que siempre tropiezan en la misma piedra.

Ya nada es igual. Ni el Soro, ni el Toro, ni las figuras, ni el público. Y es una pena claro que es una pena. Y así se quedó la tarde, triste.

Ficha:
Plaza de Toros de Valencia. Lunes 16 de Marzo. 4ª de la feria de Fallas.
Toros de Juan Pedro Domecq, el 3º como sobrero, impresentables para la plaza, inválidos y deslucidos.
Vicente Ruiz “El Soro”: Oreja y Vuelta al Ruedo
Enrique Ponce: Oreja y Ovación
José María Manzanares: Silencio y Ovación
Entrada: Lleno de “No hay billetes”

Y mañana: Toros de Alcurrucén para: Padilla, Abellán y Urdiales.

Por Fran Pérez @frantrapiotoros

1 comentario: