Decepción en
el debut de los novillos de “El Parralejo” en Madrid. Una novillada bien
presentada, pero sin empuje, sosa y mansa y que fue poco picada. Sólo dos
novillos llegaron más alegres a la muleta, segundo y sexto.
Dos novillos
orejeros que se toparon con la disposición y defectos de los novilleros que le
correspondieron en suerte.
Con el
segundo Fernando Rey, comenzó bien con la derecha. Una tanda ligada que jaleó
el público. Pero la faena, que fue brindada a Máximo García Padrós, como agradecimiento
de Fernando a las manos que le salvaron la vida el pasado septiembre tras una
cornada en Moralzarzal; no cuajó. Faena de más a muy a menos. La indiferencia
se generalizó y Madrid lo ovacionó por el esfuerzo. Lo del quinto, mejor
olvidarlo. Novillo aburrido y faena de bostezo.
Con el
tercero, deslucido, Francisco José Espada se lío a dar pases y ases. Eso que
dicen sacar la manta. Se centró más con el sexto, en una faena en el que el
ajuste faltó entre varias tandas ligadas de derechazos. Faltó garra y alma. Y
así es imposible.
Con el noble
y soso primero Gonzalo Caballero intentó torear bien pero el eco no era el
esperado. Se dio cuanta Gonzalo y apretó el acelerador en la última tanda
mostrando más garra. Ejecutó bien la suerte de matar, pero la estocada cayó
baja. Sorprendentemente el público le pidió una oreja, que el palco negó con
buen criterio. No le sentó nada bien esa decisión a Gonzalo que estalló contra
la empresa y el presidente por los obstáculos que le han puesto esta temporada.
Primero sin alternativa y ahora sin oreja, quiso decir.
Por eso con
el deslucido cuarto, sacó su arma más contrastada. Gonzalo sacó la valentía. Se
metió ente los pitones atropellando la razón y dejando que el animal le pegara
una voltereta importante. Tras eso, sacó su fondo escrotal y se tiró a matar
sin muleta, recetando una estocada entera defectuosa y llevándose otro porrazo
considerable. Hubo petición, pero no mayoritaria. El presidente vio más
pañuelos, porque le otorgo una oreja. Una oreja protestada, porque el conjunto
no era de oreja. Lo de Caballero fue disposición, pero toreo hubo poco. Y si
hubo poco toreo y estocada defectuosa, no se puede conceder una oreja en
Madrid. La actitud, que la hubo, antes se premiaba en Madrid con la vuelta al
ruedo.
Me sorprende
la facilidad presidencial a la hora de conceder trofeos de este año en Madrid.
Estas primeras orejas de San Isidro antes no las eran. La primera plaza del mundo
no puede bajar el listón. Madrid debe ser dura, como siempre. De ser lo contrario, se van a cargar el santuario y a
mí, no me da la gana que se lo carguen, que bastantes hemos perdido ya.
Ficha:
Plaza de
Toros de Madrid, Las Ventas. Lunes 11 de Mayo. 4ª de la feria de San Isidro.
Novillos de “El
Parralejo” bien presentados y deslucidos. 2º y 6º Nobles.
Gonzalo
Caballero: Ovación tras petición y Oreja protestada.
Fernando Rey:
Ovación y Silencio.
Francisco José
Espada: Silencio y Silencio
Entrada: Tres
cuartos de plaza.
Y mañana:
Toros de Pedraza de Yeltes para: Javier Castaño, Paco Ureña y Juan del Álamo.
Por Fran
Pérez (@frantrapiotoros)
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