martes, 18 de agosto de 2015

JOSÉ TOMÁS, UNA EN MÉXICO

Anuncian que José Tomás le ha dado la gana de torear otra vez. Y ya le ponen fecha al capricho del de Galapagar. El 31 de enero de 2016 en la plaza Monumental de México. Pues vale.
Una pena que torero de tanta verdad y grandeza este bajo las brumas del misticismo. Ahora se ha tenido que ir a México para que Rafael Herrerías, le dé el oro y el moro a cambio de torear dos toritos corruptos que es el tipo de toro que el empresario mexicano ha impuesto en esa monumental plaza.

Pero que a nadie se le olvide que en tiempos dónde la fiesta está más necesitada que nunca, José Tomás no está ejerciendo ser el mesías que dicen algunos. En lugar de estar tirando del carro que es lo que la afición y la fiesta de los toros necesita, José Tomás anda dónde le mandó Eduardo Canorea, en el Senegal.

Así que no me vengan ahora con que reaparece Dios, porque Dios ha abandonado la fiesta y sólo la vuelve a adoptar cuando la necesita para beneficio propio.

Ese aura de rareza que envuelve a este gran torero, ha asfixiado a la vergüenza torera por la que una figura del toreo siempre se ha caracterizado. A todos nos gusta José Tomás, es evidente, no se le puede poner un pero, pero nos da rabia que en lugar de ser un toreo de época sea un gran torero que toreo seis años y se retiró. A veces se echa de menos más amor por esta profesión que se lo ha dado todo. Miren a Espartaco, medio jubilado, lo que fue capaz de hacer en Sevilla. Su honor torero no podía tener la duda de si podría o no. Y pudo, claro que pudo.

¿Sería capaz José Tomás de una acción por su honor torero como la de Espartaco? Pues claro, lo que pasa que no hay dinero que lo pague. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario