jueves, 20 de agosto de 2015

NI GOYASSIANAS NI PICAYESCAS

Que no te engañen, que lo de Talavante en Málaga no ha sido nada del otro mundo y que esa faena que tachan de las mejores, ha sido de las mejores para demostrar los defectos del torero.

Ya la tarde estaba gafada al inicio. Si Picasso lo viera seguro que no estaría contento. Que Goya se cuele en tu homenaje pues como que no. Y de picassiano iba vestido Talavante, el único. Por cierto, un traje azul feo. Muy feo. Porque si ya eran feos los que el pintor le diseño a Luis Miguel, estas inspiraciones de aquellos han sabido captar esa fealdad. Pero si la sal de la tarde era ver a Talavante con un Adolfo, en el reconocimiento se lo han cargado, o eso dicen, porque gente de Málaga no ha visto al cárdeno toro por la Malagueta. Algo parecido le ha pasado al de Antonio Bañuelos.

La tarde se la cargaron los toros, por su mala presencia, olor a after shave y extrema invalidez. La primera parte de la corrida fue un canto al aburrimiento, porque el de Fuente Ymbro y el de Victoriano, este con medio pitón en la finca, fueron deslucidos. El de Juan Pedro, un toro reseñado para Bilbao pero que ha terminado lidiándose en Málaga, fue devuelto por inválido. Algo tendría el toro cuando se ha salido del lote para las corridas Generales, falta de peso y algo más. Y como sería el reseñado al principio, porque este jabonero ha llegado de rebote. El sustituto de Jandilla fue otro que debió ser devuelto. Pero el peñazo se acrecentó en el cuarto capítulo, cuando un becerro con cuernos de Daniel Ruiz se partió un pitón y le sustituyó otro de Lagunajanda con cita en el centro de salud, para terminar corriendo turno y lidiar un novillo de Garcigrande, de manejable juego.

Fue con este toro impropio para una figura de primer nivel con la que Talavante cambió el rumbo de la tarde. Talavante tuvo momentos inspirados, pero parece que a los cronistas se les han olvidado, no sé si sobre por en medio, los continuos enganchones de la faena. Que hubo una tanda buena, sí. De Rodillas, vale. Pero leches, no cantadme ahora como buena una tanda de rodillas, cuando hemos censurado tanto a Fandi por hacer lo mismo. No engañad al personal y decid lo de faenón, porque para llegar esta faena a la altura de aquella al toro del Ventorrillo en Madrid, hay un mundo. Una faena más, a un toro mal presentado más. Y si encima algunos tildáis de estoconazo, a un bajonazo infame, pues apaga y vámonos. Estamos convirtiendo la fiesta de los toros al trabajo servicial para algunos toreros. Y eso, a mí, me quema.

Le dieron dos orejas. Dos que eran una. Y bien que lo sabía el presidente, que luego le negó otra con el quinto. Un Toro de “La Quinta”, de mejor presencia, pero de mal juego. Un toro que cuando parecía que rompía se rajó. Pero con el que Talavante estuvo bien y mató bien. Aquí si era de oreja. Pero el presidente, consciente del regalo del toro anterior se la negó.

El sobrero sexto de Torreherberos fue otro deslucido animal con el que Talavante, lo intentó a su estilo sin suerte.

Lo que queda claro es que Alejandro Talavante por actitud y repertorio no es toreo para lidiar seis toros en solitario.

Lo mejor sin duda la bonita que lucía la Malagueta, con la inspiración del pintor Loren, aunque soy más de ver una plaza de toros como toda la vida. Y de una corrida de toros sin evocación de pintores ni navegantes de descubridores de tierras nuevas.

1 comentario:

  1. Una vacilada impresentable y Diputación regalando las entradas a última hora para que no quedaran huecos en la retransmision de Canal +

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