viernes, 14 de agosto de 2015

SAN SEBASTIÁN, TOROS, AUDIENCIA Y ENGANCHE

Ayer los aficionados estábamos de enhorabuena. Los toros volvían a San Sebastián después de que el veto de un alcalde de Bildu, los alejara de la ciudad guipuzcoana. La nueva corporación municipal y el empecinamiento de los empresarios taurinos “Chopera”, han logrado derribar el muro de la prohibición.

Y la verdad que la corrida de la vuelta de los toros a Donosti fue muy bonita, a pesar de la presentación de los toros, la plaza estuvo prácticamente llena y los espadas intentaron agradar. Vimos a un Ponce muy en Ponce. Y que Ponce este en Ponce, tiene las dos caras, una de la maestría, porque le saca pases a todo animal viviente y otra la del acomodo de los años. Ponce lleva 25 años arriba y lo tiene todo dicho en el toreo. Pero aun así, con sus cosas buenas y malas, no se le puede negar el compromiso, cosa que otros toreros con carrera Más corta y menos fructífera, andan escasitos de ello.

Que el segundo toro de Manzanares fue todo un reto para el torero es una evidencia. Vimos que cuando un toro le apreta y no es la mona dócil de siempre a José María Manzanares le cuesta. Y aunque no logro dominar del todo al toro, apostó y se la jugó consciente de las dificultades del animal. No me duelen prendas en decir que ayer esa actitud me gustó. Y espero que no se quede otra vez enterrada.

Y que López Simón está en un momento sensacional no lo puede negar nadie. Su frescura y concepto nos lleva a los inicios de aquel José Tomás del 96. Pena que la espada no la tenga afilada. Perdió un pelotazo gordo televisado, que lo hubiera puesto aún más en boca de todos.

Y la noticia también es que TVE televisó el festejo. Hoy conocemos que la retransmisión fue vista por 900.000 espectadores y que obtuvo un 10,2% de share, con picos de tres millones de televidentes. El festejo estuvo un punto por encima de la audiencia media de la cadena. Unos datos positivos que deben atraer a la cadena a apostar más por los toros, en fechas adecuadas.

La de ayer, un 13 de agosto a las 6 de la tarde, es fecha difícil y se saldó bien. Pero la alegría de estos aceptables números no debe tapar que se cometieron errores. El error principal fue el tono anodino, rancio y aburridor de los comentaristas. No pongo en duda su profesionalidad pero, en estos tiempos, la voz pausada de Federico Arnas no vende, no llama, aburre bajo el aire acondicionado y te invita a seguir con la siesta. Más de lo mismo con Carlos Ruiz Villasuso, el cual no tiene buena reputación entre los aficionados a los toros. Se echó de menos las buenas explicaciones de antaño de Fernando Fernández Román, que también era experto en hacer llegar al espectador con su tono de voz, como el público estaba viviendo la faena en la plaza.

No digo con esto que quiera que vuelva Fernando, pero sí que se pruebe a otros profesionales, que los hay, que pongan emoción a las retransmisiones taurinas. El ejemplo, lo tienen en Canal Sur Radio. Juan Ramón Romero, Bartolomé Martos y su equipo, hacen llevar lo que se vive en la plaza por las ondas, podrá gustar más o menos, pero esa emoción, ese partirse la camisa, engancha.

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