Interesante
tarde para el aficionado hoy en Bilbao. Tres toreros en buen momento iban a dar
cuenta de una corrida de Victorino Martín. Pero Bilbao no tiene afición. Bilbao
se ha unido al club de sólo lleno cuando las figuras vienen. Pues ellos se lo
pierden, porque cuando se van las figuras, el toro crece y la fiesta gana.
Ya
lo vimos ayer con la sublime obra de Diego Urdiales y lo hemos podido comprobar
hoy, con la tarde tan buena de tres comprometidos con la fiesta y con el
aficionado.
Sin quererlo
la tarde nos ha dado el ansiado enfrentamiento murciano que los aficionados de
esta tierra deseamos. Lo que queda claro es que Murcia tiene dos toreros, dos
con valor, con bemoles y que encima se tienen ganas de decirse cosas con el
capote y la muleta.
La tarde de
Rafaelillo ha sido toda una lección de maestro. De Sabio. Se sobrepuso al
encastado primero, le puso pundonor y cuando nadie lo pensaba, sacó tres
naturales que todavía están en el pensamiento. Esa inesperada tanda fue la
corona a tan trabajosa labor y que sólo la espada le quitó el premio. Espoleado
por el triunfo anterior de su paisano, Rafael salió a revienta calderas con el
cuarto. Aquí Rafaelillo se engrandeció con el colaborador toro en la que sacó
el mando, el nervio y esa gracia con la que el destino le premió. Hubo otra
tanda de naturales soberbia. Pero otra vez el mal uso de la espada le dejó sin
premio. Saludo dos ovaciones.
Paco Ureña
todavía no tiene ese poso de los años, pero a buen seguro que lo conseguirá.
Raza, pundonor y ganas de superación tiene a raudales. Se inventó una faena con
el soso tercero, en la que el lorquino puso toda la sal que al toro le faltaba.
Hubo comunión con el público y mató de una soberbia estocada. Un espadazo que
ya de por si valía la oreja con la que fue premiado. Si superior fue la
estocada al tercero, la del sexto la mejoró. Y si se supera la marca pues también
hay premio, que lo hubo. Hoy Paco, con la espada, estuvo supremo, como la suerte. La faena a este toro pecó de alguna imperfección y elección
de terrenos, pero no se le puede negar a Paco las ganas de agradar, la
superación y el querer. Que leches, si alguien se merece esto es él. Algún día
os contaré por qué.
Si Manuel
Escribano anduvo aseado pero no profundizó con el segundo se dice, pero con el
quinto si vimos al Escribano de esta temporada. Gran Dimensión del de Gerena
que cuajó al toro por el pitón derecho. Un muy buen toro de Victorino que puso
en bandeja el triunfo gordo. Manuel se centró más en el pitón más claro del
toro y se justificó por el izquierdo, aunque debió haberlo mostrado más. Remató
la faena con un feo espadazo y saludó una ovación. En este toro fue herido
mientras lidiaba, el subalterno Juan José Domínguez, en unos instantes
angustiosos en los que afortunadamente se han quedado en una cornada menos
grave.
Sin ser la
gran corrida de Victorino que esperamos como agua de mayo, la corrida mantuvo
el interés. Hubo un toro de aficionado, el primero, dos para currar, segundo y
sexto, un pan sin sal, el tercero, un colaborador cuarto y uno para torear, el
quinto. Todo bajo el denominador común de la falta de esa explosión que este
encaste tuvo siempre. Faltó más viveza, ojalá los cárdenos de las tiesas la
recuperen.
Ficha:
Plaza de
Toros de Bilbao. Domingo 30 de Agosto. Última de las Corridas Generales.
Toros de
Victorino Martín. De variado juego. Destacó el quinto de nombre “Pobrecillo” en
un conjunto donde excepto tercero mantuvieron el interés de la tarde.
Rafaelillo:
Ovación y Ovación
Manuel Escribano:
Ovación y Ovación
Paco Ureña:
Oreja y Oreja
Entrada: Más
de un tercio de plaza.
Por Fran
Pérez @frantrapiotoros
y zabala de la serna ninguneando la actuacion de ureña en su crinica de el mundo.
ResponderEliminarSeguro que ensalza en demasia al.juli.....por algo sera.....?
ResponderEliminar