lunes, 2 de noviembre de 2015

AXE CHOTO

Las fábricas de desodorantes ya pueden estar creando un nuevo aroma. Tendría aceptación entre el postureo taurino, al que la verdad del espectáculo le da igual. Ese postureo de camisa de hierro estampado, chaqueta y macho arrancado, como llavero, que aplaude todo al torero, sin fijarse en la ejecución. Ese que cree ver estocadas caídas como monumentales espadazos.
Ese aficionado de dos caras, que deja la plaza vacía, cuando se anuncian toreros que no son figuras ni ges. Ese que se cree aficionado y no sabe ni quien es López Simón. Me dirán que es imposible. Compruébenlo ustedes mismos. Pregunten. Les lanzo el reto.


Lo peor es que muchos informadores taurinos legitiman con sus opiniones interesadas la poca formación taurina del público. El maquillaje en los toros debería verse sólo en las chicas de buen ver que agradan por los tendidos y en alguna vieja, pintada como una puerta, que no la vamos a echar a la pobre. Pero ver maquillaje en las crónicas taurinas, tapar la miseria es inadmisible. Estamos convirtiendo la profesión de contar el espectáculo de los toros en servicio para el torero. Y eso da una sensación de pudrimiento del espectáculo, de compra de plumas y estómagos llenos que le quita toda la verdad existente a este magnífico espectáculo....................... SIGUE LEYENDO EL ARTÍCULO EN PUREZA Y EMOCIÓN (Click Aqui)

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