lunes, 25 de enero de 2016

SENTIMIENTO LEGAL

A Francisco Rivera Ordoñez le están dando hasta en el carnet de identidad por ponerse a torear a una becerra con su hija en brazos. Lo que podría haberse quedado en una mera anécdota familiar, ha servido para darle de comer a los buitres deseosos de ver cualquier resquicio para atacar a la tauromaquia, es lo malo de las redes sociales.

Desde su libertad, desde el sentimiento de hacer con su sangre, lo que un día su padre hizo con él; SENTIMIENTO LEGAL, le han llevado al defensor del menor andaluz a casa, hasta desearle, poco tiempo después, otra vez la muerte. Humanos deseando la muerte a humanos. (Traedme la escupidera)

Pero resulta que lo de ser mal padre de Francisco, se convierte en tradición y respeto cuando un padre elige que un niño se suba a lo alto de un caballo, encima de una montaña humana catalana o que salga los fines de semana, bajo billete para alcohol, de tiendas de chinos clandestinas. Eso está bien visto. Para eso no hay nadie detrás de la mata. Porque quizá no haya nadie que financie a esos que están detrás de la mata.

De padres carpinteros, nacieron mejores carpinteros. Y si eligieron ser otra cosa, los hijos respetaron a los carpinteros. De Padres agricultores, disfrutamos ahora de buena verdura. Todo hijo de agricultor sabe apreciar la buena verdura, porque sabe el sudor, el trabajo y el dinero, que cuesta conseguirla.

Los hijos de los toreros tienen la libertad de elegir también si son toreros o no, pero dejadles también respetar a su padre. Están en su derecho.

Fran Pérez @frantrapiotoros

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