jueves, 25 de febrero de 2016

LA DE ADOLFO ES SUYA

Quiero creer que las presiones de despachos no le puedan a la emoción sublime de los hechos.

Quiero creer que torear de verdad, en esto que va de torear, debe pasar por encima de todo.

Quiero creer pero no puedo.

No puedo creer que se vayan a dejar fuera de la corrida de Adolfo Martín, en San Isidro, al torero que mejor los toreó. Al torero que mejor toreó en Madrid, la pasada temporada.

Los naturales eternos, que todavía rondan por las cabezas de los que estamos enfermos de afición, son fiel reflejo de la injusticia que se cometería.

Pongan a Paco Ureña en la de Adolfo, que es la suya. Que se la ganó con lágrimas, con esfuerzo, con superación una tarde de otoño de hoja perenne.

Porque el toreo de corazón no cae. Perdura. Por siempre.

@frantrapiotoros

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