Toros de Los
Encinos para rejones: el primero bueno y el segundo mejor, y Teófilo Gómez para
los de a pie, bien presentados en general, pero mansos, sosos y descastados. No
comprendo los arrastres lentos que otorgó el juez. En el cartel: Pablo Hermoso
de Mendoza, Enrique Ponce, Fermín Rivera y Octavio García “El Payo”. Tres
cuartos de entrada, que es muchísimo, la segunda mejor entrada del serial.
La
Tauromaquia es parte de la cultura mexicana. La trajeron los españoles junto
con la cruz y la espada poco después de la Conquista. Hubo años en que los
toreros eran héroes nacionales. La gente los reconocía y abarrotaba las plazas
por esa extraña emoción que viven quienes asisten y disfrutan de una corrida de
toros.
Desde que
tengo uso de razón lo que más disfruto es el paseíllo. No puedo concebir una
tarde de toros sin haber presenciado el inicio del ritual. No hay nada más
bello que el color del ruedo con el contraste de los tercios marcados en
blanco; el refulgente brillo de los alamares en los ternos de los toreros; la
solemnidad del pasodoble que acompaña la formación de las cuadrillas -el famoso
desfile del miedo del que habla un poeta de Aguascalientes que quiso ser
torero-. ¿Será por eso que no dejamos de asistir a la Plaza México domingo a
domingo? Aunque después no pase nada ¿Será por eso…?
Ayer fue una
tarde muy importante sin duda, no sólo por el cierre de temporada sino por los
toreros que conformaban el extenso cartel. A Pablo Hermoso de Mendoza no le
quedó otra más que abrir plaza, aunque muchos sabemos que el navarro siempre
echa a otros por delante. A su salida dio la vuelta al ruedo haciéndose notar
sobre todo entre la gente de las barreras.
Aprecio mucho
el arte del rejoneo aunque no conozco gran cosa. Su cuadra de caballos es muy
bonita, los cuida delante del toro, no los castiga ni los arriesga. Noté que
los rejones de castigo que utiliza son de buen tamaño, ya que a sus dos toros
les dolió el castigo de una manera evidente. Es muy preciso a la hora de clavar
rejones y banderillas, cosa que al público le llega mucho. Administró a sus
caballos con el primer toro, que recibió pitos injustificados del público. Con
su segundo toro echó el resto y junto con sus extraordinarios caballos-toreros
logró llevar al público al delirio, cualquier cosa que hiciera se aplaudía,
hasta el alcance que recibió contra las tablas. ¿De verdad esta faena era para
orejas y rabo?
Por Enrique
Ponce no pasan los años. Todavía recuerdo la tarde de su presentación en La
México, sacó agua de una piedra y llegó para quedarse. Y como más sabe el
diablo por viejo que por diablo, a “Bigotón” le pegó bien duro en el caballo,
al punto de barrenarlo y luego nos quiso vender espejitos.
Afortunadamente
no logró mucho y tuvo que esperar a que saliera el quinto, “Pateque”, para
exhibir otro tipo de lidia: se dobló con el capote y lo llevo con mandiles de
buenas hechuras; todavía no había brindado el valenciano cuando uno de los
subalternos le echó el toro encima, y con ayudado y montera en mano tuvo que
comenzar a torear de improviso. Pareciera que Ponce está apenas tomando la
alternativa, con la gran ventaja que tiene veintiséis años de haberlo hecho.
Muy por encima de las condiciones del “teofilito”, el diestro de Chiva desplegó
su tauromaquia clásica y llena de detalles. Lo mató mal pero la gente ayer
pedía y todo le era concedido por el palco. Se le otorgó el arrastre lento a un
toro que no valía nada. Ponce después de la faena salió al tercio y dio la
vuelta al ruedo entre gritos de ¡torero, torero!
“Pariente”
era el segundo en el lote del El Payo, pero ayer no fue la mejor tarde del
queretano, correspondiendo a Ponce su lidia y muerte. Pese a las dificultades
por levantar el caballo de un picador que había sufrido un tumbo, Ponce no
detuvo su quite por chicuelinas y el trámite de las banderillas, fijando
personalmente a “Pariente” para que las cuadrillas no lo movieran. Al comenzar
la faena con la muleta, la gente comenzó a tirarle cojines ya que el caballo
permanecía en el ruedo. Tuvo que levantarse al caballo, sí o sí, para que la
faena de muleta diera comienzo. Lo que muchos no saben es que los toros cambian
de lidia cuando permanecen en el ruedo fijos a un subalterno o muy manoseados
por las cuadrillas. Faena importante para Ponce, logró tocar pelo después de
una estocada defectuosa. ¿Por qué razón salió en hombros junto a Pablo Hermoso?
“Tío Prieto”
fue el primero del deslucido lote con el que tuvo que lidiar literalmente
Fermín Rivera, vestido de azabache y oro. Lo llevo muy suave al caballo y le
pegó lo justo, luego un quite por gaoneras muy apenitas, doblándose al
principio de faena y sin confiarse del negro bragado. Rivera estuvo muy
voluntarioso pero sin materia prima. Con una estocada trasera y una faena muy
larga logró tocar pelo, una oreja que la verdad le hacía mucha falta al
circunspecto diestro que no vio la suya con “Parador”, que echaba las manitas
por delante en el capote y tumbó al caballo en varas. Con la cabeza suelta y
soseando, Rivera se la jugó arrimándose y rogando las embestidas de un toro
imposible. Fermín necesita más tardes, más toros y más técnica; conecta poco
con el público y sus faenas pueden ser tediosas si no cambia su expresión ante
el de negro y con la gente.
Hace ocho
días en Querétaro, un toro mandó a la enfermería al Payo. No pensé que se
levantara al día siguiente a torear, pero el diestro no ha parado. No pude
contar cuántas tardes hizo el paseíllo la semana pasada, pero fueron varias.
Hay un momento en la vida en que hay que detenerse y pensar si se puede seguir
adelante o parar, descansar y luego seguir.
El
paliabierto “Don Salva” salió derrotando en el capote, recargó en el caballo y
se quedó parado desde la primera tanda. ¿Cómo se sentiría El Payo que toreaba a
mil por hora, cuando ante 40 mil espectadores se tuvo que ir a las tablas a
vomitar porque no podía más? Todavía salió a matar de un pinchazo hondo al que
recibió injustificados aplausos en el arrastre. Payo, desde estas líneas
deseamos tu pronta recuperación, detén el tren, camina, no corras, te sobra
tiempo y juventud, ¡Ánimo torero!
Tengo la
impresión de que la empresa de la Plaza México ha tenido la mejor de las
disposiciones para llevar adelante esta temporada. No debe ser sencillo estar
al frente y sobrellevar todas las vicisitudes que esto implica. El trato con el
mundo del toro no es particularmente fácil.
Para la
afición que tarde a tarde asiste al Coso de Insurgentes, en las buenas y en las
malas, vaya mi reconocimiento por su paciencia y amor a la fiesta. Para los que
van sólo cuando hay un buen cartel, mi exhorto para que por lo menos lean de
toros y no griten ¡¡¡olé!!! a la menor provocación.
Comienza la
temporada en España, vienen tardes importantes como la que se dio ayer en
Vistalegre, el mano a mano entre David Mora y Saúl Jiménez Fortes, con una
entrada triste para ver a dos héroes que merecen mucho más.
Viene Texcoco
y Aguascalientes, por ahí nos veremos.
¡¡¡Suerte y
toros para todos !!!
Lupita Loera @guadalupeloera
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