Admiro tu
paciencia en tiempos de campo de minas. Porque por ti pasa la calma aunque
luego llores sola. Paloma Blanca que al hombre se anexa y cuida. Saca tu capote
y torea, como el mejor de los toreros. A la vida.
La sonrisa te
delata y la pena porque ya no brillas. Y el paso firme elegante que al varón
maravilla.
De tu pecho
se alimentó el más valiente de los toreros, de oro y azabache, no sólo los que
pisan el albero.
Naturales de
madre contra la injusticia. Lecciones que al hijo estampa para que no caiga en
esa sucia red de trampas. Y ese aviso fino del “ya te lo decía…”
Y aunque el
tiempo ya no entiende de rezos, todavía el miedo roza tu piel por la tarde,
cuando sabes que tu hijo, se va a poner delante.
Respira
tranquila novia de maestro, que ha sido un triunfo para la gloria de lo
nuestro.
Pero a veces
toca velar cama, porque al oficio viene pegado. Y tú, fiel sanadora de cornadas
y firme vigilante, no te separas de su lado.
Y muchas
veces fuiste capaz de romper la razón y ser la protagonista. Difícil decisión
en un mundo machista.
Eres musa y
madre, y ángel desde el tendido del cielo. Porque tú también desde allí,
seleccionas la bravura de tu gente, fiel observadora con balcón privilegiado y
muleta contra el contratiempo.
Hoy es su
día, y lo tenéis que entender. Porque torean la existencia y es de merecer, que
hoy diga desde aquí bien alto ¡Felicidades Mujer!
A todas las
mujeres que nos hacen vivir, sentir y disfrutar del mundo de los toros a su
lado, con el respeto indudable y el apoyo máximo. Va por ellas.
Fran Pérez
@frantrapiotoros
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