lunes, 11 de abril de 2016

JUAN PEREA

Encerrar la ilusión en cincuenta centímetros es lo que la vida te da tras nueve meses de espera. Una ilusión concentrada en vida, una responsabilidad plena por siempre. Regar esa vida para que crezca, para que humille y se desplace largo. Semilla por hijo, por sobrino o por ahijado. Alegrías por Nieto, que Arcángel ha cantado.

Porque en tus ojos se ven plazas de toros y naturales sobre el albero de tus niñas. De frente y con el pecho por delante. Y suenan las olas del mar, se afina un violín cuadrillero y una canción de Azarbe,  mientras el mundo te mira y te sueña en Puertas Grandes.

Aquí me tienes niño. Y esto no te lo dirán tus padres, pero llevas la mejor sangre. La de la nobleza y el baile, la de la entrega y el litoral, la del alma de un torero escondido, al que le sacan parecido y como él no hay otro igual.

Y Escucha la otra parte, que no se queda atrás, porque la tierra sea tu madre es de destacar. Que mejor sitio para crecer y alimentarse. Que privilegio estar a su vera. Valentía con nutrientes y sin pinchazos en las ruedas. Mirar abajo y sentirse seguro. Con suelo siempre firme, hoy, mañana y en el futuro.

Lo de nacer el día diez, de un mes de abril, tiene su aquel, porque la primavera florece lo que la nota da. 

En esta carrera de fondo que la vida nos marca, no sé dónde el destino nos colocará, pero hoy quiero decirte, Juan, que este que te escribe no olvida y no olvidará, que se ofreció a ser tu apoderado. Y si Dios quiere así será.

No te asustes, que si no quieres ser torero, no lo serás. Apoderado soy para lo que puedas necesitar, ese que mira tras las tablas y te pueda aconsejar. Que no soy yo nadie para dar consejos, pero la vida alguno me enseñará.

Duerme y crece. Pero tampoco seas bueno de más. Saca de vez en cuando el Albaserrada, que tu padre con gracia te tenga que torear. Que no hay mejor faena que cuando el torero sale ante las dificultades de verdad.

Y si algún día sientes la curiosidad de saber quién te escribió esto, cuando en la cuna dabas tus primeras miradas, pregunta por un tal Fran. Seguro que saben decirte quien soy. Lo de Amiguito y Talibán ya lo hablamos tú y yo.

Fran Pérez @frantrapiotoros

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