Podrá parecer
y dirán todos los titulares que López Simón ha cuajado una gran tarde en
Sevilla. Pero si uno se pone a analizar lo acontecido en la tarde del 7 de
abril, sabe que lo que nos ha dado hoy López Simón es la tercera parte de lo
que en realidad puede dar.
Y la cosa
empezó mal. Tan mal, como que no entendió al bruto segundo y se unió a su club,
en una faena tosca y difícil de digerir y en la que dejó claro, que este año,
el listón que dejó alto la pasada temporada, ha bajado bastante. Y ya no sólo
es el peso de la novedad, es que el torero anda menos lúcido delante de la cara
de los toros.
Al cuarto le
cortó una oreja. Fue la corrida de El Pilar, floja y descastada en líneas generales,
pero este toro mantuvo el nivel por los dos pitones. Un toro encastadito con el
que López Simón inició una faena más de pases al tun tún que encaje. La ligazón
llegó al tendido, pero esa ligazón debió ir acompañada de ese pellizco que te
hace sacar el olé. Fue lo de siempre y eso enfrió bastante al aficionado. Por
arte de magia, y después de deambular con el toro, a finales de faena se sacó
dos tandas de naturales que subieron el tono de su actuación. Fue aquí donde se
vio al torero con más gusto y cadencia a la hora de ejecutar las series. Mató
bien, le pidieron una oreja que fue atendida por la presidenta y en la cabeza de
los aficionados se nos quedó ver arrastrar la otra al desolladero. Este toro se
lo puso fácil a Simón y no aprovechó la oferta del dos por uno.
Y es que las
apariencias engañan. Si se llega a entender con este toro, esa salida a hombros
light que se ha dado en Sevilla se podía haber convertido en Puerta del Príncipe.
Un toque de atención a los toreros. Por favor, salgan a hombros solo cuando
vayan a salir por la Puerta que mira a Triana. Al noble y soso sexto, le hizo
su faena típica. Arrimón y pases para tratar de llegar al público. Y casi
siempre lo consigue. Con esta faena corta rabos en pueblos y aquí, en Sevilla,
una oreja, porque la espada funcionó.
Cuando el
destino quiso que Sebastián Castella fuera torero, le dijo que lo sería pero
que en Sevilla se olvidara. Y por unas cosas y por otras, el francés no termina
de entrar en Sevilla. Hoy la condición de sus toros no le permitió para mucho
más que ser silenciado en sus tres oponentes. Tiene Castella, de una vez por
todas, que desquitarse del maleficio sevillano con algo que a la gente le haga
ver que Sebastián esta por entrar en esta bendita plaza de la maestranza. Ya no
le vale venir con la tonta del bote. Lo mismo tiene que apuntarse a la de
Victorino o la de Miura. Porque para ser figura también hay que triunfar en
Sevilla, o estamos otra vez con eso de las apariencias engañan.
Lo que no
engaña es el cariñena, buen vino, mejor torero. Jesús Arruga un tercero de oro.
Ficha:
Plaza de
Toros de La Maestranza de Sevilla. Jueves 7 de Abril. 5ª de feria.
Toros de El
Pilar, desiguales de presencia, flojos y deslucidos. Bueno el 5º.
Sebastián Castella:
Silencio, Silencio y Silencio.
López Simón:
Silencio, Oreja y Oreja. (Salida a hombros por la puerta de cuadrillas)
Entrada:
Menos de tres cuartos de entrada.
Y mañana:
Toros de Victoriano del Río para: Morante de la Puebla, El Juli y Miguel Ángel
Perera.
Por Fran
Pérez @frantrapiotoros
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