miércoles, 18 de mayo de 2016

DE LOS ANDES AL CIELO

Los pájaros vuelan a media asta, se levanta tan raro un dieciocho de mayo. Se siente la derrota pero un halo de grandeza también se nota. La noticia es desgarradora. Ha muerto un novillero. Descanse en Paz, Renatto Motta.

Toreaba ayer Renatto en Malco, un pueblo perdido de la cordillera andina. Refugio de toreros que quieren seguir su sueño a pesar de las circunstancias. Malco quiso ser Pozoblanco, y al joven Renatto, un novillo con aires de “avispado”, le pegó una cornada. La femoral y la safena bailaron el réquiem de Mozart, al comprobar que en Malco, a más de dos horas de un hospital en condiciones y con carreteras de difícil comunicación, no había una enfermería en condiciones. Ni tan siquiera una ambulancia.

En el coche de un aficionado, recordando aquella España que levantaba en los ochenta, al joven Renatto se le iba la vida por el triángulo de scarpa.

De los Andes al cielo. Renatto ya es otro ángel guardián de la fiesta. A buen seguro, en el olimpo, el rey Joselito le dará cobijo.

No hay más verdad que la muerte. Sueño negro de un día de primavera.

Renatto Motta Del Solar nació en Lima el 21 de enero de 1996, comenzando su ilusión en la Escuela Taurina de Acho. Allí, recibió clases de los matadores Alejandro Boggiano “Gironcito”, Luis Miguel Rubio y Víctor Hugo Garavito. Ahora entrenaba con el matador de toros murciano Emilio Serna e iba a participar en varios festejos en esas plazas del Perú, que tienen en balanza la supervivencia con la desgracia.
Renatto Motta en el centro de la imagen

Fran Pérez @frantrapiotoros

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