Me confieso
seguidor del hierro de Pedraza de Yeltes. Las grandes tardes que este hierro ha
dado en plazas de sur de Francia, poniendo la emoción y la casta en el ruedo, y
revitalizando el tercio de varas, bien merece un reconocimiento. Pero Madrid se
le ha atravesado. No aciertan los responsables de la ganadería con el toro que tienen que traer a Madrid. Hoy, en su tercera comparecencia en Las Ventas,
Pedraza volvió a decepcionar.
Una corrida
descastada y deslucida en líneas generales pero que dejó un toro importante la
muleta, el tercero. Este animal, él único de capa colorada de la tarde, ofreció
embestidas francas para poner Madrid boca abajo.
Si hay algún
torero con suerte, ese es Juan del Álamo. La verdad es que su caso es de estudio.
Porque cada vez que torea en Madrid es capaz de cortar una oreja. Lo malo, es
que esas orejas no dejan poso y a los cinco minutos uno no se acuerda ni de un
natural, si existiera, de sus faenas.
Con este toro
la cantidad de pases ganó a la desparecida torería. No se le puede poner peros
a las ganas, pero con la experiencia que para otros quisieran, del Álamo ya
debe ofrecer otra cara en Madrid. Los muletazos hacia afuera, sin cargar la
suerte y con el compás demasiado abierto están ya muy vistos. Hoy tenía Juan un
toro para torear. Por eso tras la estocada caída, la oreja que el público de
ocasión pidió y que una presidencia blanda concedió, fue protestada por aquellos
que ya han visto torear esta feria. Las comparaciones son odiosas, pero esta
oreja no pesa lo mismo que otras cortadas días atrás. Que se den trofeos como
este, con el nivel ofrecido, le quita importancia a Madrid. Y si a Madrid le
quitamos importancia, se lo estamos haciendo pasar mal a la tauromaquia.
Salió Juan
con las ganas de abrir la puerta grande con el quinto pero se topó con un tren por
toro con pinta de elefante, tan grande como descastado, y la cosa no pasó a
mayores.
Confirmó
alternativa el francés Juan Leal que se arrimó a dos mulos de Pedraza con el
que mostró ganas y bisoñez, y en donde dejó claro que es un torero de cercanías.
Su tarde no pasó a mayores y tendrás que seguir entrenado para buscar otra
oportunidad en Madrid. Ojalá también se dé cuenta que torear también es dejarse
venir el toro de largo. Lo echo de menos. Bienaventurado el que se Chenelice.
Completó
cartel Manuel Escribano al que tres tardes en Madrid se le van a hacer muy
largas. No es Escribano, para nada, santo de devoción de Madrid. Debe hasta pensarse
si poner banderillas porque sus tercios pasan con la indiferencia del personal.
Compromiso sí, porque se fue a porta gayola y dio su tauromaquia. Una tauromaquia
no apta para sitios donde el rigor sube de nivel, aunque hoy, con la oreja
concedida Madrid diera una “Pedraza a la importancia”.
Ficha:
Plaza de
Toros de Madrid, Las Ventas. Martes 17 de Mayo. Corrida de la Prensa, fuera de
abono de san Isidro.
Toros de
Pedraza de Yeltes, descastados y deslucidos, excepto 3º, de buen juego.
Manuel Escribano:
Silencio y Silencio.
Juan del
Álamo: Oreja y Silencio.
Juan Leal,
que confirmaba: Silencio y Ovación.
Entrada: Tres
cuartos de entrada.
Y mañana:
Toros de Fuente Ymbro para: Diego Urdiales, Miguel Ángel Perera y Alejandro
Talavante.
Por Fran
Pérez @frantrapiotoros
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