Este abril
dos ciudades se han unido. La Carne sana y buena pero hueso podrido de un
melocotón ciezano y la pluma cervantina de tinta mojada de un alcalaíno. Cieza
y Alcalá de Henares bajo el denominador común de Ibertauro. Y el dinero y la
picaresca por en medio.
Lo de Cieza
ya empezó a oler mal desde antes de que la corrida de toros empezara. La
pelotera y enfado de muchos aficionados en las colas de las taquillas era el
principio de lo que luego conoceríamos después. Ese día hasta muchos compañeros
informadores sufrieron para poder entrar a la plaza. Ese desbarajuste dio que
pensar. Los porteros abriendo las puertas de la separación del tendido de sol a
sombra también. Lo que vino después ya es digno de cualquier cuento de Calleja.
Que si me duplican entradas, que si una red criminal, que si una mano negra
dentro de la empresa, idas y venidas al cuartelillo de la Guardia Civil……… SIGUE LEYENDO EL ARTÍCULO COMPLETO EN Elmuletazo.com (Clic aquí para seguir leyendo el artículo)
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