sábado, 20 de agosto de 2016

MADRES

Cristina se fue al burladero, se tragó la emoción para dictar la lección. Montera en mano brindó a sus hijos, porque por ellos estaba ahí. Una madre es capaz de hacer de todo por lo que siente, por lo que ama, por lo que lucha.

Sus hijos le pidieron que toreara, que no podían dejar de ver una tarde a esa mujer valiente, que con la petición de los que más quiere, ha sido capaz de extenderla a esos niños, que como ella, luchan por lo que más quieren, la vida, en una habitación de hospital.

La valiente Cristina. La solidaria Cristina, ante todo, es madre. Una madre que nos recordó lo importante que es esa palabra para el ser humano y que, por un instante, con su brindis, nos hizo sentir el aliento de la que más queremos a nuestro lado. Este donde este, la sentimos cerca, nos recordó, que ellas, de otra manera, fueron, son y serán toreras de la vida. Que trabajaron por nosotros, que nuestros caprichos fueron muchas veces sus desvelos y nuestras alegrías su manera de tirar siempre hacia adelante.

Madres con terno de luces, y cabeza de lidiadoras. Con sus manos han bordado el toreo ante todo tipo de marrajos. Y en cada lance una frase por sentencia. Y si se pierde algo, lo encuentran.

La Puerta Grande de Cristina Sánchez es la Puerta Grande para todas las madres del mundo.

¡Enhorabuena!

Fran Pérez @frantrapiotoros

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