Si la
temporada de la plaza de toros de México iba bajo mínimos, ayer, en el primer
festejo de la feria de la Guadalupana aparecieron hasta errores del pasado. Y
es que el toro, que está saliendo descastado a más no poder, ayer volvió a
aparecer mermado de facultades y oliendo a barbería en alguno de los ejemplares
de Santa María de Xalpa que se lidiaron en sustitución de los de Barralva
rechazados en el reconocimiento.
Es normal que
ni el Cristo de los toreros se asome a la plaza. Ayer la plaza registró otra paupérrima
entrada y eso ya hace nada más que afirmar el desastre de ideas de la nueva
empresa. Una empresa que se está haciendo querer mucho entre la afición. Les
han subido los precios, el toro que esta saliendo por los chiqueros no está
dando el juego deseado y encima de todo, ayer, pretendieron echar a una aficionada
porque portaba una cámara de fotos. Alguno ya echa de menos a Herrerías, por
muy raro que resulte pensar eso.
Fermín Rivera
fue todo temple con el animal de La Joya que remendó la corrida. El ejemplar,
muy venido a menos, no tuvo el empuje necesario para que el buen torero
potosino terminará de arrancar una buena obra marcada por el temple. Aun así
hubo un natural de los que se graba en las retinas y la necesitad de verlo con
un toro bravo de verdad sigue agigantándose por momentos. Con el cuarto, un
toro muy mal presentado y corrupto. Rivera se quedó con las ganas de agradar.
España le espera.
Octavio
García “El Payo” no tuvo suerte. El torero se contaminó de la poca gracia de su
lote y su tarde no tienen historia que contar. Su primero debió ir para atrás por
inválido pero nadie protestó y nos tragamos un desagradable capitulo. Con el
quinto, muy mal presentado, rebrincado y malo, el torero cogió pronto la espada,
por su bien y por el nuestro.
Diego Silveti
aburrió sobremanera con el tercero. No llegó nunca a cruzarse con el toro y su
labor quedó descafeinada cuando el mundo quería café del bueno. Con el sexto,
el único con una presentación óptima para la plaza de toros de México y de
respetable arboladura, Diego se confió más. El su haber esta un quite por
saltilleras que fue lo mejor de su actuación. En el debe, un mayor compromiso y
ajuste con el toro que le hubiera hecho que la oreja cortada tuviera más poso y
peso. Ese trofeo no le vale para nada.
Ficha:
Plaza de
toros de México. Sábado 10 de Diciembre de 2017. 1ª de la feria de la
Guadalupana. Temporada Grande.
Toros de La
Joya (1º) deslucido y de Santa María de Xalpa, desiguales de presencia, flojos
y deslucidos.
Fermín
Rivera: Saludos y Silencio
“El Payo”:
Silencio y Silencio
Diego Silveti:
Silencio y Oreja
Entrada: Un
quinto.
Y esta noche:
Toros de Teófilo Gómez para: Morante de la Puebla, José María Manzanares y
Gerardo Rivera.
Fran Pérez
@frantrapiotoros
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