No me imagino
a Plácido Domingo cantando los pajaritos de María Jesús, pero en esto del toro,
va la vida y te sorprende. Lo peor de todo es que no es sorpresa. Confieso
sentirme engañado y estafado cuando veo a tres toreros con la alternativa
tomada, enfrentarse a animales impropios, con cara de novillos, lavados, recién
peinados y llamando a Bárcenas desde que salen por chiqueros.
¿Es tan difícil
llevar a Murcia un toro que no se lo coma la plaza? ¿Un toro que no de la
sensación de novillo? Lo siento, pero
esta feria, y hoy más, los toros de Murcia han sido “Pajaritos por aquí,
pajaritos por allá” en lugar de ser “La Traviata de Verdi”. Pero lo que manda
narices es que se cobre por la verbena de pueblo, como si fuera ópera de la buena.
Murcia es esa
plaza de verbena donde no se cansan de la gestión de “tractor amarillo” de una
empresa que ya no da más de sí. Sólo se, que cuando las ideas se acaban, cuando
el miedo por la apuesta y el trabajo se apodera de ti, lo mejor es dejarlo.
Apartarse para que otro con más ilusión que tú, pueda reflotar el barco, que
anda ya con la proa sumergida.
“El Fandi”,
como María Jesús, sacó su acordeón de retorcimiento para desaprovechar
escandalosamente el lote de la tarde. Se llevó dos toros de orejas que se
fueron al desolladero con ganas de que los torearan en lugar de que los
marearan con la manta por muleta del torero de Granada.
El primero
fue un gran toro de Victoriano del Río. A pesar de su justa presencia, el toro
tuvo movilidad en todos los tercios y humilló metiendo la cara por ambos
pitones poniendo el triunfo en bandeja a su matador. Pero Fandi se entretuvo en
poner banderillas a toro pasado sin carreritas, y luego se lio a dar pases sin
ton ni son, brutos, bastos y asquerosamente malos. Falló con los aceros y recibió
ovación con saludos. Ganó el toro, que sin duda es candidato a toro de la
feria.
El cuarto fue
un manso embestidor que se desplazó por ambos pitones. Un toro, con apariencia
de novillo, al que El Fandi puso cuatro pares de banderillas ante la alegría del
público recién merendado de La Condomina. Con la muleta, estuvo vulgar,
chabacano, sin ajuste dejando el toreo a
niveles de risa. Mató de entera y los dos pañuelos asomaron por un palco
presidencial que hoy seguro que tenía instrucciones de no ser demasiado
exigente. Esperpéntico regalo.
Manzanares,
desganado, y anodino, se pasó sin ajuste al manejable segundo. Un becerro, si,
como lo leen, que se dejó sin más. Mató bien y le dieron una oreja. Al quinto,
otro mal presentado toro de Matilla, no lo quiso ni ver. Su desgana se contagió
en el tendido y no hubo mucha comunión. Como falló con el descabello, sólo
saludó una ovación.
López Simón
no se entendió con el tercero. Otro muy mal presentado toro de Matilla, que
manseó y que le llevó por el camino de la amargura en todo momento. Su labor
fue silenciada. Pero el sexto, también con apariencia de becerro, fue un animal
manso pero que rompió a embestir a la muleta del torero de Barajas. No hubo
toreo fundamental del bueno. La faena estuvo sostenida por pases circulares que
no acababan nunca y tandas en redondo sin mucho ajuste y con el pico, que
encandilaron a la gente. Con el toro ya rajado en tablas, López Simón se pegó
el arrimón y terminó de encender la mecha, que tras una estocada tendida le llevaría
a las dos orejas y la Puerta Grande.
Y el año que
viene seguirá el baile trasnochado “chiu, chiu , chiu” de “los pajaritos” de la
Condomina.
Ficha:
Plaza de
Toros de Murcia. 3ª de la feria de Septiembre. Martes 13 de septiembre. Día de
la Romería.
Toros de
García Jiménez (Matilla), escandalosamente mal presentados y manejables en
conjunto. Un remiendo, 1º, de Victoriano del Río, bueno, ovacionado en el
arrastre.
El Fandi:
Ovación con saludos y Dos Orejas
José María
Manzanares: Oreja y Ovación.
López Simón:
Silencio y Dos Orejas
Entrada:
Media plaza.
Y el sábado:
Novillos de Talavante para: José Manuel, David Fernández y Fran Ferrer, que
debuta con caballos.
Por Fran
Pérez @frantrapiotoros
Esto se arregla fácil no se trata de dejar de ir a los toros porque nos engañan, sino simplemente de no pedir trofeos por muy bien que se toree cuando sean novillos en vez de toros y las cosas cambiarian, pero si en vez de eso se deja de ir esto se acaba. Protestemos ya como es debido en silencio, sin pañuelo y sentados.
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