Hoy, un día
cualquiera de invierno, vengo a hablaros sobre un tema que me lleva preocupando
mucho desde hace ya tiempo. El tercio de varas, que desde hace ya tiempo, en
muy pocas y contadas ocasiones se puede ver un tercio de varas bien hecho.
Llevo
observando ya mucho tiempo como poco a poco se ha ido reduciendo la suerte de
picar hasta llegar a su mínima expresión, hoy en día ya no es más que un mero
tramite en la lidia de un toro. Uno de los problemas por lo que esta suerte
esta simplificada al mínimo de su expresión, esta claro que es por la obsesión
de ganaderos y toreros de hacer un toro para la muleta. Es decir un toro que
aguante los treinta, treinta y cinco o cuarenta muletazos que le pegue el
torero sin importarle lo mas mínimo que antes del tercio de muleta hay que
parar, picar y banderillear al toro.
El ejemplo en
el que nos podemos y debemos fijar lo tenemos muy cerca, ese es Francia. En
Francia se usa un caballo mucho mas liviano, un caballo con el que el toro no
siente que se ha pegado un golpetazo con un muro de cemento, siente que puede
con el y si es bravo de verdad, pelea con el. En Francia los aficionados exigen
que se haga como se debe hacer el tercio de varas, aquí en España directamente
lo que se pide por parte del aficionado es que no se pique, esa costumbre de
aquí ¿se debe al miedo que tiene el aficionado de que se caiga o directamente
no aguante el toro el resto de la lidia? Mucho me temo que si, y el motivo es
por la costumbre que tiene el aficionado de ver casi siempre al mismo toro, descastado,
sin fuerza… que a las primeras de cambio, se raja.
Otras de las
cosas que me molestan bastante muchas veces, es el poco interés que veo en
algún que otro picador, los picadores hasta donde yo se deben de ser unos cabalistas
de primera, ¿no? Pues a veces parece mentira que lo sean. Hoy en día los
caballos de picar tienen una doma de primera, hacen el paso atrás, andan de
costado, etc. Esas son algunas de las formas que pueden usar los picadores para
incentivar la arrancada del toro, a parte lógicamente de llamarle con la voz,
levantando en varias ocasiones la puya, etc. Vamos lo que se suele llamar,
torear a caballo. Pues pocos picadores hay que toreen a caballo, muy pocos, con
una mano me basta para contarlos.
Considero que
si todos ponemos de nuestra parte; los aficionados exigimos que se haga bien la
suerte de varas, los ganaderos no hacen un toro solo para el ultimo tercio, los
caballos son menos pesados y los picadores muestran tener algo mas de afición.
La suerte de varas volvería a tomar importancia, volvería a tener emoción e
incluso los picadores tendrían más reconocimientos de los que tienen, o esque
acaso os pensáis que son junto con los matadores, los únicos privilegiados en
vestir de oro, por casualidad. Recuerdo que antiguamente los picadores tenían
hasta incluso más importancia que los matadores, hoy en día son simplemente dos
más de la cuadrilla.
Por Andrés
Salas @andresalas2011
Coincido en mucho contigo. Mi visión de la tertulia de ayer. La suerte de varas a examen.
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