Más que la
noticia de que Juan José Padilla toreará la corrida inaugural de la temporada
2017 en la plaza de toros de Lisboa me llama la atención la efeméride que el año que viene sucederá en esa
bella plaza conocida como Campo Pequeño.
La plaza de
toros más importante de Portugal cumplirá el próximo 18 de Agosto 125 años. 125
años acogiendo festejos taurinos. Campo Pequeño forma parte de la cultura y la
historia de la ciudad de Lisboa. Generaciones de aficionados han presenciado en
sus gradas una parte sustancial de la historia de las corridas de toros en
Portugal. Durante el primer siglo de existencia, Campo Pequeño también ha sido
escenario de acontecimientos políticos y sociales que forman parte de la
historia más reciente de Portugal.
Pero en 2000,
la plaza, demasiado deteriorada, estaba amenazada por el cierre. La familia Pía,
propietaria del coso, encontró el punto de acuerdo para que entre el Consejo
Municipal de Lisboa y la empresa Sociedad de Renovación Urbana de Campo Pequeño,
SA (SRUCP, SA) reconstruyeran la plaza de toros, convirtiéndola en un espacio
multiusos que acogiera además de las tradicionales corridas de toros, eventos
que engrandecieran aún más la cultura de la ciudad todo ello rodeado de un
espacio con zonas de tiendas y un aparcamiento subterráneo con capacidad para
1250 coches.
Tras más de
seis años de una profunda rehabilitación, el 16 de mayo de 2006 la plaza volvió
a abrir sus puertas para un festejo taurino. A día de hoy, cuenta con la
aprobación de toda la ciudadanía de Lisboa y es un reconocido elemento para la economía
y satisfacción de la hostelería de la ciudad. Cada año se celebra la temporada
taurina con festejos de abril a octubre, además de una amplia programación
cultural con conciertos, espectáculos familiares, deportivos y mercados
tradicionales como el que se celebrará ahora, del 30 de noviembre al 4 de diciembre,
dedicado a productos de Navidad.
Campo Pequeño
acoge un centro comercial de prestigio de 7000 metros cuadrados, un cine con
ocho salas, y 2150 metros de restaurantes donde se puede degustar la buena gastronomía
portuguesa.
El
entendimiento entre propiedad, ayuntamiento y gerentes de la empresa que ideó
el proyecto de restauración han hecho que en 2017, la plaza de toros de Lisboa
pueda celebrar como se merece su 125 aniversario.
Qué envidia. Qué
pena que ese entendimiento no llegue a otras plazas de toros. El ejemplo de
Lisboa puede extrapolarse hasta Lorca.
Su plaza de
toros también cumplirá 125 años en 2017. Pero mientras que en Lisboa el 18 de
agosto celebrarán que su plaza sigue haciendo historia, en Lorca, el 29 de
junio, que es cuando la plaza de toros de Sutullena cumplirá un siglo y cuarto,
seguirán con la pena de no ver a la suya otra vez en todo su esplendor.
Pero como en
Lisboa, ya se ve que la pena y el lamento no vale nada. Que hace falta acuerdo
y miras de futuro y que el trabajo da resultados.
La afición en
Lorca quiere toros. Su club Taurino lucha incensaste para que Lorca no se
pierda la afición. Y el elemento esencial para que no se pierda es recuperar su
plaza de toros. Esa joya de las alamedas que sueña cada mañana con el toreo de
frente, con ese que hacía el rubio hijo de su albero. Esa madre que espera
nerviosa y que quiere volver a tener a su otro hijo en casa, sólo para abrazarse
a él y embriagarse de los naturales de pureza que han salido de sus entrañas.
Torear de
frente al natural también es ir sin complejos a por algo que tu pueblo y te
gente te pide. Torear de frente al natural es pensar en tus antepasados y pensar
por lo que ellos lucharon permitiendo que su esfuerzo se siga viendo y
mostrando.
Ya va siendo
hora de que su propiedad y gobernantes toreen de frente y se dejen de las morisquetas
de adorno que no maquillan una faena despegada y sin ajuste.
Todavía pueden
salvarse de las almohadillas. Sólo queda arrimarse y deslizar la mano izquierda.
Hay lugar todavía para la Puerta Grande.
Fado por
Sutullena.
Fran Pérez
@frantrapiotoros
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