Veo con
indignación la no inclusión del torero extremeño José Garrido en los carteles
de la feria de Olivenza. Tampoco me olvido de Emilio de Justo, otro que por el
camino del silencio está dando de que hablar en las plazas donde actúa.
Pero lo de
José Garrido es un sacrilegio. Dejarlo fuera de la feria de Olivenza, de su
tierra, clama al cielo, y más cuando desde la feria de Bilbao el buen torero
extremeño está dejando sabor y valentía en el ruedo.
¿No hay sitio
para él? Milongas del rey moro. Acuérdense, que en otros tiempos, cuando se hacían
corridas de ocho toros para colocar a toreros de la tierra o con intereses del
empresario. Concretamente en la novillada si lo van a hacer.
Está claro,
que como a José Garrido en Olivenza, las figuras no se lo van a poner fácil a los
que han llamado un poco la atención la pasada temporada y amenazan con pegarle
bocados a su sitio de comodidad extrema. No pasarán parece la consigna.
El caso de
Garrido no es el único. Me acuerdo de un sevillano rubio que salió por la
puerta grande de la plaza de toros de Las Ventas de Madrid el pasado verano y
que nadie habla de él. Se llama Javier Jiménez y ese merece también toros.
En esta
tauromaquia del coto cerrado para tres o cuatro, si toreas bien, las llevas
claras. Claras para quedarte en tu casa.
Cuantos
toreros buenos nos hemos perdido. Y lamentablemente, los que nos quedan por
perder……
Fran Pérez
@frantrapiotoros
A lo mejor de eso tiene la culpa los cuatro lo cinco que que nada más que quieren encastes Domeq y no se quieren batir con los nuevos. Vamos pregunto.
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