Allá por el
94, cuando llegaban las 6 y media, y mi madre comprobaba que los deberes del
colegio estaban hechos, aunque alguna vez mentí, bajaba a lo de mi abuelo. Mi abuelo se
levantaba temprano para mantener su huerta, pero a las siete de la tarde, como
un pincel, salía de su casa camino del bar. Me cogía del brazo y nos sentábamos
en delantera de barra.
Mi abuelo me aficionó. La exigencia de Madrid y los
toreros que lograron superarla me fascinaron. El tipo de toro que salía me
entusiasmaba. La verdad de Don Antonio al micrófono, una lección gratuita.
Pero han
pasado los años. Y ya no hay ni huerta, ni abuelo. Ni barra, ni bar. Ni Chenel.
Y por lo visto hoy, ni toro que entusiasme ni exigencia en la plaza.
Tras recoger
el fruto de la amarga tragedia, Padilla debe decir adiós. Ya basta de taparle
por la pena. Vamos a decirlo bien claro. Padilla está quitándoles el puesto en
las ferias a toreros como José Garrido, Javier Cortés, Eugenio de Mora y hasta
un señor con puerta grande en Madrid, un tal Moreno de Burgos. Sin confianza,
sin facultades, con artimañas de pájaro viejo Juan José Padilla enfureció al
aficionado de Madrid. A los pocos que quedan. Su tarde es de bronca y retiro.
Pero no se preocupen, mientras que Matilla siga moviendo el cotarro a su
antojo, nuestros ojos seguirán viendo al pirata.
Venga ya, que
no me cuenten milongas. Ya basta con decir que Perera no ha tenido suerte con
los toros. Señores, que los ha elegido el. Que ha tenido la posibilidad de
coger la de Fuente Ymbro o volver con los Adolfos. Y se ha quedado con los
fofos e inválidos de El Pilar. Así que pena ninguna. Su tarde se resume en lo
de siempre. Sabemos que tiene firmeza, pero esa firmeza la queremos ver con
otro tipo de toros, con casta, con poder, picados. Parece que no aprendió del
año pasado.
El
impresentable segundo rodó por los suelos y se devolvió por un sobrero
anovillado de Charro de Llen. El anovillado dio juego y fue bueno por ambos
pitones. Manzanares lo recibió alegre de capote y luego con la muleta dejó una
faena con series templadas por ambos pitones pero dejando un muy evidente hueco
entre él y el toro. Fuera de cacho que se dice. José María Manzanares toreó en
Madrid cómo en Alicante y eso es pecado mortal. O eso me enseñaron. Madrid era
la plaza donde los toreros se ajustaban, donde lo daban todo. Y José Mari dio
la apariencia de haberse dejando parte del valor en el hotel. Pero ya no
importa, porque en Madrid ha ganado la mojabraga a la afición. Y pese a que los
aficionados protestan, los tena lady son mayoría. Mató de bajonazo infame y fue
silenciado. Pero es que Manzanares tuvo un lote de Puerta Grande. El quinto,
noble, también ofreció posibilidades para el triunfo y Manzanares volvió a
ligar tandas sin ajuste, sin cargar la suerte y provocando la división entre la
mojabraga y los que quedan. Y mató bien
y le dieron una oreja. Una oreja, que es igual que el premio de Castella
ayer, que estuvo de aquí a Pekín y dando la vuelta, mejor que él. En Madrid ya
dan una oreja por dejarse toros sin torear. En el templo han entrado los
mercaderes.
Ficha:
Plaza de
Toros de Madrid, Las Ventas. Viernes 22 de Marzo. 15ª de la feria de San
Isidro.
Toros de El
Pilar, justos de presencia, flojos y deslucidos. El 5º, noble. Un sobrero, 2º
de Charro de Llen, bueno.
Juan José
Padilla: Pitos y Silencio
José María
Manzanares: Silencio y Oreja protestada
Miguel Ángel
Perera: Silencio y Silencio
Entrada: No
hay billetes
Y mañana:
Rejones
Por Fran
Pérez @frantrapiotoros
Estoy contigo.sobra padilla, paquirri, fandi y otros que teniendo suerte en los sorteos, no saben que hscer von la muleta.
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