Después de la
apoteosis burbujiana rejonera de ayer, que nada tiene que ver con la seriedad e
importancia de una feria llamada más importante del mundo se han retomado otra
vez las corridas de toros en San Isidro.
A mí, que me perdonen pero no entiendo
que se anuncien cuatro corridas de rejones en San Isidro. Y tampoco entiendo,
que con lo que le cuesta a un torero
tratar de abrir esa puerta grande, véase David Mora o recientemente Jiménez
Fortes, llegue un hombre subido a un caballo a enfrenarse a toros mutilados y
la abra. Alguno, en más de once ocasiones. La Puerta Grande de Madrid debe
estar reservada para los toreros. Ver a tres jinetes salir por ella duele. Y no
a mí precisamente. Duele a esos que se han dejado la piel, la esperanza y la
salud en ese ruedo, a pie, y que han probado la verdadera exigencia de la plaza
o hasta le han robado algún triunfo.
Hoy con una
corrida del Montecillo de desigual presencia y juego, Juan Bautista estuvo
frio. En el primero también lo fue el toro y su labor correcta no llegó al
tendido. Con el cuarto, un toro manejable pero carente de emoción también
solventó el episodio con corrección, aunque aquí se echó de menos la garra.
Alberto
Aguilar tuvo un lote para más. El segundo fue un toro bueno, con movilidad y un
pitón derecho para torear de verdad. Aguilar quiso, pero no logró entender al
toro. Y para cuando pareció haberlo entendido el animal se paró. Además mató
feamente y el traspiés no se pudo ni tapar. Con el quinto, un animal manejable
y sosete Alberto trató de borrar el falló de su primera actuación, estuvo más
centrado, fácil y escaso de ajuste. Una verdadera decepción porque esperaba más
de este torero. Quizá es que los toros de otro tipo de hierros le vengan mejor.
El día 2 de junio le espera la de Cuadri. Y para ese día espero volver a ver la
garra que siempre ha caracterizado al torero.
Dicen que
cuando un toro sale cantando desde chiqueros que es bueno, es raro que no pase
nada para que no se estropee antes de llegar a la muleta. Y eso pasó con el
tercero. Que en el comienzo de faena se lesionó una mano dejando a Joselito con
sólo una oportunidad en la tarde. Y vaya si la oportunidad la aprovechó.
Joselito Adame estuvo sensacional con el buen sexto, dejando un inicio de faena
por bajo de bella factura para luego aprovechar el pitón derecho del toro con
tandas ligadas y con conexión al tendido. Con la izquierda, dos naturales nos
alertaron de que la faena ya cogía altos vuelos. Remató con ajustadas
manoletinas y una estocada entera recibiendo que terminó de redondear su buena
actuación. Fue premiado con una oreja de verdad. Una oreja de las de más peso
de la feria. Y a pie. Y el toro, en puntas.
Ficha:
Plaza de
Toros de Madrid. Las Ventas. Domingo 17 de Mayo. 10ª de la feria de San Isidro.
Toros de El
Montecillo, de desigual presencia y juego. Nobles y sosos. 2º y 6º buenos. 5º
aprovechable.
Juan
Bautista: Silencio y Silencio
Alberto Aguilar:
Silencio y Silencio
Joselito
Adame: Silencio y Oreja
Entrada: Tres
cuartos de plaza
Y mañana:
Novillos de Conde de Mayalde para: Posada de Maravillas, Clemente y Roca Rey.
Por Fran
Pérez @frantrapiotoros
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