lunes, 18 de mayo de 2015

POR FIN UNA OREJA DE MADRID (Madrid, Crónica de la 10ª de la feria de San Isidro 2015, 17 mayo)

Después de la apoteosis burbujiana rejonera de ayer, que nada tiene que ver con la seriedad e importancia de una feria llamada más importante del mundo se han retomado otra vez las corridas de toros en San Isidro.
A mí, que me perdonen pero no entiendo que se anuncien cuatro corridas de rejones en San Isidro. Y tampoco entiendo, que con lo que le cuesta a  un torero tratar de abrir esa puerta grande, véase David Mora o recientemente Jiménez Fortes, llegue un hombre subido a un caballo a enfrenarse a toros mutilados y la abra. Alguno, en más de once ocasiones. La Puerta Grande de Madrid debe estar reservada para los toreros. Ver a tres jinetes salir por ella duele. Y no a mí precisamente. Duele a esos que se han dejado la piel, la esperanza y la salud en ese ruedo, a pie, y que han probado la verdadera exigencia de la plaza o hasta le han robado algún triunfo.

Hoy con una corrida del Montecillo de desigual presencia y juego, Juan Bautista estuvo frio. En el primero también lo fue el toro y su labor correcta no llegó al tendido. Con el cuarto, un toro manejable pero carente de emoción también solventó el episodio con corrección, aunque aquí se echó de menos la garra.

Alberto Aguilar tuvo un lote para más. El segundo fue un toro bueno, con movilidad y un pitón derecho para torear de verdad. Aguilar quiso, pero no logró entender al toro. Y para cuando pareció haberlo entendido el animal se paró. Además mató feamente y el traspiés no se pudo ni tapar. Con el quinto, un animal manejable y sosete Alberto trató de borrar el falló de su primera actuación, estuvo más centrado, fácil y escaso de ajuste. Una verdadera decepción porque esperaba más de este torero. Quizá es que los toros de otro tipo de hierros le vengan mejor. El día 2 de junio le espera la de Cuadri. Y para ese día espero volver a ver la garra que siempre ha caracterizado al torero.

Dicen que cuando un toro sale cantando desde chiqueros que es bueno, es raro que no pase nada para que no se estropee antes de llegar a la muleta. Y eso pasó con el tercero. Que en el comienzo de faena se lesionó una mano dejando a Joselito con sólo una oportunidad en la tarde. Y vaya si la oportunidad la aprovechó. Joselito Adame estuvo sensacional con el buen sexto, dejando un inicio de faena por bajo de bella factura para luego aprovechar el pitón derecho del toro con tandas ligadas y con conexión al tendido. Con la izquierda, dos naturales nos alertaron de que la faena ya cogía altos vuelos. Remató con ajustadas manoletinas y una estocada entera recibiendo que terminó de redondear su buena actuación. Fue premiado con una oreja de verdad. Una oreja de las de más peso de la feria. Y a pie. Y el toro, en puntas.

Ficha:
Plaza de Toros de Madrid. Las Ventas. Domingo 17 de Mayo. 10ª de la feria de San Isidro.
Toros de El Montecillo, de desigual presencia y juego. Nobles y sosos. 2º y 6º buenos. 5º aprovechable.
Juan Bautista: Silencio y Silencio
Alberto Aguilar: Silencio y Silencio
Joselito Adame: Silencio y Oreja
Entrada: Tres cuartos de plaza

Y mañana: Novillos de Conde de Mayalde para: Posada de Maravillas, Clemente y Roca Rey.

Por Fran Pérez @frantrapiotoros

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