Dejemos ya de
ser tan correctos y digamos alto que las sustituciones de toreros ocupadas por
Juan José Padilla nos parecen una vergüenza, un insulto a los que
verdaderamente se lo merecen y nos da un olor a presiones del apoderado. Os lo
explico.
Fijaos en las
sustituciones de José María Manzanares en Torrejón de Ardoz y en León. Las dos
han sido ocupadas por un torero, con mérito en la superación, pero que ya lo
tiene todo dicho en el torero. La superación de Juan José es digna de elogio.
Pero no tanto su toreo en la plaza, vulgar y mentiroso. El aficionado no
comprende que Juan José, con la temporada hecha desde marzo ocupe las
oportunidades que deberían abrirse para los que han dado el do de pecho en la
plaza, sin vulgaridad y con triunfos. López Simón, Morenito de Aranda, Eugenio
de Mora y tantos otros en boca del aficionado por su buen momento se quedan en
casa. Y se quedan porque el apoderado de Juan José Padilla, que es también el
de Manzanares, se maneja en los despachos como serpiente silenciosa pero
venenosa. “No va Manzanares pero ponedme a Padilla. Cobra la mitad pero yo no
pierdo mi parte del pastel” Y como los empresarios saben de lo que puede ser
capaz Toño Matilla, digno de malo en la serie Juego de Tronos, ceden sí o sí. Así
de putrefacto esta esto señores. Cada día da más asco.
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