Da igual que
en A Coruña vayan a prohibir los toros, da igual que en Barcelona ya no vayan a
volver, si la fiesta es la que hoy se ha mostrado en Pamplona. Que insensatos,
que rabia da comprobar como los que no vemos un euro por esto, estamos partidos
por defender la fiesta allá donde es atacada. Y que los que son parte de ella,
se conformen con un simple gesto, que ni dios se entera a que se debe, de salir
desmonterados haciendo el paseíllo en Pamplona.
Qué pena que el sector no se
plante ante las cacicadas de esos que nos venden ser políticos renovadores y no
son nada más que pequeños dictadores salidos de la calle dispuestos a vender el
alma al diablo y de esos niñatos como hamburguesas que se tiran a las plazas de
toros a defender a un animal, cuando este ya está muerto a cambio de un sueldo,
que curiosamente, sale de las arcas de los pequeños dictadores. Hoy cuando un
gilipollas sin camiseta se tiró, a la muerte del primer toro y le pegó una
patada a la montera de Padilla, los actuantes debieron coger camino al patio de
cuadrillas, subirse al coche de cuadrillas y convocar la huelga indefinida del
sector taurino. Pedir respeto para un espectáculo legal perseguido por mafias
disfrazadas de animalistas. Pero se continuó con la corrida, y con ella vino
otro de los problemas por los que pasa este rico espectáculo, al que parece haberle
mirado un tuerto
Creo que ya
os habéis dado cuenta que el nombre de Julián López El Juli aparece en cada escándalo
de fraude ganadero de los últimos tiempos. No hace falta recordaos aquella
tarde de Castellón dónde los toros de Victoriano del Río salieron con los pitones
ensangrentados, de aquella corrida de Zalduendo en Sevilla, de innumerables
casos más encubiertos por la prensa afín y hoy que es la gota que colma el vaso
en plena feria del Toro de Pamplona. No sé vosotros pero a mí, me mosquea. Si
la fiesta que quiere el Juli es esto, si la fiesta que los toreros desean, se
parece a lo vivido hoy, que la prohíban, que a mí me da igual. Por la fiesta
que yo quiero no pasa el fraude, ni el serrucho, ni los vetos. Mi fiesta es ver
a un Rafaelillo con un Miura como en Madrid o a un Paco Ureña ganarse la vida
con Escolares. Si una figura del toreo no es capaz de torear un amplio abanico
de encastes y sólo mata los toros manipulados de dos o tres amigos, ni es
figura ni es nada.
Asco me dio
ver a Juli toreando un esperpéntico toro afeitado sangrando por los pitones en
quinto lugar. Más asco aún ver como lo toreaba con ventajismo y retorcimiento.
Asombro y decepción que cortará oreja por eso. Al otro también se la cortó por
pases y más pases haciéndole un homenaje al túnel del metro de Madrid.
Perera también
se ha unido al paraíso del ventajismo y el fraude. Y que pena porque el acomodo
hace que nos estemos perdiendo un gran torero. Todavía me acuerdo de aquel
Perera ninguneado por las empresas que arreó enérgicamente un verano para
engrandecer el toreo. Lo saben bien en Albacete. Este ya no es ese Perera.
Pasó de comentarles
el pésimo estado de Juan José Padilla, alias el quita puestos impuesto. Él sabe
que se tiene que retirar ya, pero las arcas hay que terminar de llenarlas, para
desgracia de José Garrido y compañía.
Ficha:
Plaza de
Toros de Pamplona. Lunes 13 de Julio. 9ª feria de San Fermín.
Toros de Garcigrande
y Domingo Hernández, desiguales de juego, mal presentados y sospechosamente
manipulados de pitones.
Juan José
Padilla: Vuelta al ruedo sin justificación y Silencio.
El Juli:
Oreja y Oreja
Miguel Ángel
Perera: Oreja y Silencio.
Entrada:
Lleno
Y mañana:
Toros de Miura para: Manuel Escribano, Luis Bolívar y Salvador Cortés.
Por Fran
Pérez @frantrapiotoros
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