Hoy
me vais a permitir la licencia de hablar de Francisco Rivera Ordoñez. Hablo
poco de él. Y si hablo, lo hago no como quisiera.
Todos
sabéis, que no es santo de mi devoción y que siempre he criticado su posición
en los carteles de toros y su acomodo a la hora de tratar de torear a los toros.
En la reaparición de este año, estaba siendo más que evidente, que Francisco
estaba falto de forma y de fondo.
Creo
que todos, aunque parte de la crítica le haya tapado las miserias, pensamos que
Paquirri, como se anuncia en los carteles, estaba ya para otras cosas y no para
quitar el puesto en las ferias a jóvenes toreros con ganas.
Pero
hoy voy a deciros una cosa. Hoy me vais a permitir que a Francisco Rivera, le
llame Paquirri. Nunca lo hago. Pero hoy, por desgracia, si se ha parecido a
Paquirri.
Las
imágenes de la grave cornada que ha recibido en Huesca me han trasladado, años
atrás, a Pozoblanco.
Y
parece que la historia caprichosa se repite. Una mujer a punto de dar a luz,
una plaza inesperada, la retirada a final de temporada, la evidente falta de
preparación del torero y carnaza para la asquerosa prensa del corazón.
Pero
gracias a los avances, lo que en Córdoba terminó en tragedia, en Huesca ha
terminado en un susto grande. Gracias al trabajo del doctor Crespo y su equipo,
que han sudado la gota gorda a tenor de lo que leemos en el parte médico
emitido ("Herida por asta de toro en la región suprapúbica y fosa ilíaca
derecha con dos trayectorias: una de 25 centímetros hacia la cadera izquierda,
con desgarro de la musculatura de la pared abdominal, y otra de unos 40
centímetros que a través del oblicuo mayor y del transverso del abdomen penetra
en cavidad adominal, contundiendo inicialmente la arteria iliaca. La herida,
además, diseca colon ascendente y ciego para llegar a espacio retroperitoneal,
desgarrando músculo psoas y disecando la aorta en unos 5 centímetros y llegando
al cuerpo vertebral L3. Pronóstico muy grave") , pero que han salido
victoriosos de la herida de guerra.
Una
victoria para callar a esos indeseables inhumanos que han deseado la muerte del
torero cuando estaba luchando por ella en la mesa de operaciones. Esos cabrones
que deben etiquetar como otra raza de animales, que van de salvadores del toro
y que lo van a llevar al peligro de extinción. Esos que sacan la pancarta en
Mallorca y se etiquetan de ecologistas y no se ponen el mono y se hacen
voluntarios para apagar incendios forestales, donde muchos animales han sido
presa del fuego. Francisco Rivera Ordoñez sigue vivo, jodeos.
Una
cosa es no estar de acuerdo con la manera de torear y otra ser un cabrón sin
escrúpulos
Aquí
decimos #fuerzapaquirri
Totalmente de acuerdo...si señor!!!
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