La lucha
contra los antitaurinos no vale para nada. No vale para nada si el sector se
permite el lujo, o la desgracia, de dar espectáculos tan insulsos, insultantes
y aterradores para los que luchamos por una fiesta en libertad, integra y con
la fuerza, fiereza y casta del toro por bandera.
Sin toro no hay fiesta. Sin
toro hay esa pachorra sensiblera que a veces sale bien y que en la mayoría de
veces acaba con el espectador dándole largo plazo, a la idea de acercarse otra
vez a una taquilla de una plaza de toros.
Hoy, con un
entradón en Bilbao, Era el día para no decepcionar a todo aquel que ha vuelto o
por primera vez ha confiado, a sacar una entrada para asistir a un festejo
taurino. Pero van los taurinos y se lo cargan. Muy posiblemente el que tenía
pensado acudir mañana ya no lo hará o el que tenía pensado arrastrar con él a
gente al espectáculo, preferirá invitarlos a unos ricos pinxos, que el disfrute
será mayor.
Mal vamos, si
de primeras os relato que la tarde fue un continuo recital de flojera, de
reconversión de ser torero a enfermero. La corrida de Juan Pedro Domecq fue tan
inválida que debió irse enterita a los corrales. En otros tiempos, cuando Bilbao
era Bilbao, hubieran faltado sobreros. Pero ahora, esa plaza de arena negruzca,
es una plaza más de las facilonas, un puerto sin categoría contaminado por esa
nube de triunfalismo y ventajismo con el que quieren herir de muerte a la
verdad de la fiesta de los toros.
Estamos
hartos de oír que el presidente de Bilbao es el más duro. Que Matías González
es el ejemplo a seguir. Hace tiempo que Matías dejó de ser buen presidente para
entrar en la Junta Administrativa de Bilbao y conceder trofeos, y aguantar
toros inválidos, a conveniencia de la empresa. Aquel Matías se marchó para
dejar Paso al machote que lanza bien la llave.
Ponce mantuvo
en pie al primero y le sacó pases que no pensábamos que podría sacar, con su
particular forma se sobe y poco ajuste. No estuvo mal, pero eso que se lo haga
a toros que no den lastima verlos delante de tan tremenda figura del toreo. Y encima va Bilbao, con ese olor a Pueblo y le
ovaciona. Y van gentes del toro, hartos de ver a toreros jugarse los muslos de
verdad y ponen esta labor como de gran faena. Gracias a Dios, algunos todavía
no estamos ciegos por el estómago agradecido o el sobre. El cuarto fue tan
flojo y deslucido que ni Ponce fue capaz de darle pases.
Morante dio
hoy doble ración de su cara mala. Con dos toros flojos que no se comían a
nadie, el de la Puebla no estuvo. Desde que el segundo cogió de mala manera a
su subalterno Lili, a Morante le pasaron por la cabeza todos los sinónimos de
la Real Academia española del Miedo. Y eso lo mantuvo con el quinto. El mitin
que dio en ambos con la espada fue lamentable. Y es que a José Antonio parece
que le llega la inspiración, sólo con Zalduendos gachos.
Flojo como el
solo el tercero, que se pagó pronto y dio al traste con las intenciones de las
mayoritarias féminas del tendido de ver el ventajismo y el pico de José María
Manzanares. Pero el orgasmo se desató con el sexto, que se movió más y al que
José María lo pulseó con gracia dejando un hueco inmenso entre él y el toro.
Pero eso en Bilbao ya no importa, eso a las féminas tampoco. Y tras una
estocada, se le premió con una oreja de chiste. Y mientras las nenas eran
felices, el aficionado, con cara larga se dice: “Lo que fuiste y lo que eres
Bilbao”.
Ficha:
Plaza de
Toros de Bilbao. Miércoles 26 de Agosto. 5ª de las Corridas Generales.
Toros de Juan
Pedro Domecq, inválidos y deslucidos.
Enrique
Ponce: Ovación y Silencio
Morante de la
Puebla: Bronca y Bronca
José María
Manzanares: Silencio y Oreja
Entrada: Casi
lleno.
Y mañana:
Toros de Garcigrande para: Ponce, Juli y Perera (Dios nos pille confesados)
Por Fran
Pérez @frantrapiotoros
No hay comentarios:
Publicar un comentario