Quizá la Junta
Administrativa de Bilbao pensó en invierno, que los bombones de Antonio
Bañuelos servirían para agosto. Pero de todos es sabido, que los bombones, en
verano, no se venden.
Lo que se compró como chocolate fino y delicado en
noviembre ha llegado a agosto, caducado, derretido y con el licor rancio. Todo
un petardo en presentación y juego de los toros del frio. Lo que no se explica
uno, es que esto, tan asqueroso, haya pasado el reconocimiento para ser
lidiado. La autoridad con la que Matías González lleva el palco, no se nota en
los reconocimientos previos a la corrida. La de hoy debió irse al campo nada
más bajar del camión. Pero no sólo pongo en duda a Matías. Que Fandiño y
Talavante acepten anunciarse con semejante saldo, da que pensar. ¿Qué vieron
los veedores en Burgos?
Y luego
llegan las típicas dudas ¿Habrá dicho Matías al camión y los apoderados de los
toreros han amenazado con caerse del cartel si se cambia la corrida? A veces se
echa de menos un micrófono en las conversaciones previas a las sorteos de las
doce de la mañana. Alguno se llevaría una sorpresa.
Total, que
entre unos y otros, la bomba del disparate ha estallado esta tarde. Decían ayer
que la fiesta no le viene bien que un presidente niegue una segunda oreja a
pesar del bajonazo. Yo digo hoy, que a la fiesta no le viene bien mostrar que
el toro, ya no es toro, es ternero. Bilbao, ya no es ese Puerto de categoría
especial, dónde el toro que salía por sus chiqueros ponía relevancia,
confirmaba y terminaba de encumbrar la temporada de los toreros. Bilbao es una
plaza más contaminada del humo a toreromaquia. Muchos deberían de aprender que
sin Toros no hay toreros.
Manda bemoles
que Finito quiera, que ya es extraño, y que no pueda por la endeblez y falta de
todo de sus oponentes.
Que la gran
temporada de Talavante se haya resumido en un farol a una mano en el saludo al
tercero, también es una pena. Alejandro necesitaba ese toro con entidad, fiero
que le terminara de engrandecer la gran temporada. Bilbao era clave. Y él lo
sabe.
Fandiño, muy
arropado por el público, se puso con el segundo, un pequeño y afeitado toro,
con el que apostó a su estilo. Sacó muletazos meritorios y cerró con
manoletinas. La estocada trasera le dejó sin oreja. El quinto fue una borrega,
y los bostezos ya llegaban a la ría del Nervión.
Ficha:
Plaza de
Toros de Bilbao. Viernes 29 de Agosto. 7ª de las Corridas Generales.
Toros de Antonio
Bañuelos, muy mal presentados y de pésimo juego.
Finito de
Córdoba: Silencio y Silencio
Iván Fandiño:
Vuelta tras petición y Ovación
Alejandro
Talavante: Silencio y Pitos.
Entrada: Más
de media plaza.
Y mañana:
Toros de Alcurrucén para: Urdiales, Castella y Perera.
Por Fran
Pérez @fratrapiotoros
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