Siento
tristeza. No puedo creer en lo que se ha convertido la plaza de toros de
Murcia. Sigue su continuó desplome hasta niveles de plaza de pedanía de pueblo.
No logró comprender como los que van a la plaza son capaces de tragar tanto
fraude, tanta mentira y tanta burbuja.
Si lo de ayer fue circense, lo de hoy
roza lo impresentable. La corrida de Las Ramblas, desigual de presencia, pero
floja y podrida por dentro ha tenido la culpa. Pero no sólo los toros son los
únicos que tienen que soportar el peso de tan nefasto espectáculo. Las plazas
se encumbran por la seriedad que se muestra en ellas. Murcia anda por los
suelos. Presidentes, hoy diferente al de ayer, pero igual de adoctrinado por la
empresa, para que el triunfalismo brille y la burbuja de felicidad sigua
flotando por el aire. Para que los cronistas afines a la empresa saquen
maquillaje a lo Mecano. Sombra allí y sombra allá. Y si hay que ahorrase un par
de sobreros, pues contenemos el pañuelo verde. Y no pasa nada.
Murcia traga.
Se lo come todo. Y si uno protesta en el tendido, te miran mal. Piensan eso de
¿Y este de que va? Dame otra cerveza Mari. ¡Música vagos!
Si el
repertorio pachanguero de la banda de Murcia es insufrible, su criterio a la
hora de tocar es esperpéntico. Les da igual que el toro vaya con la lengua
fuera medio muerto y el torero se ponga en plan enfermero. Ellos a tocar. Hoy
han tenido que parar, en el quinto, porque hasta los que iban hasta arriba de
rubia y de lo que no es rubia, se han dado cuenta que se necesitaba más pañuelo
de lágrimas que pasodoble.
Lo del
callejón ya es la leche. En el descanso de la merienda lo abren para que todo
taurino posturero y Rubia apretada, entre y se haga fotos con los toreros.
Interrumpiendo su paz. Coño, que se van a jugar la vida con un toro, que por
pequeño que sea aquí, es un toro. Déjenlos en paz. Cierren el callejón sólo
para profesionales. No dejen que coman encima de los capotes de paseo de los
toreros.
Pero la
leche, es que te cobren 20 euros para que un niño entre a los toros. 20. En
Murcia lo hacen. Comprobado. ¡Qué cruz!
Uno sale de
casa dispuesto a ver una tarde para la historia, contar buenos momentos y nos
ser trovador del desastre. Pero no ponen remedio. Yo estoy cansado de contar
desastres. Quiero toros bravos, que metan los riñones y toreros dispuestos y
que se ciñan al toro. Si talibán, es defender la fiesta tal y como yo la conocí
y me aficioné a ella, si soy un talibán.
Hoy Ponce
sacó la ambulancia con sus dos toros. A uno lo mantuvo en pie, lo mató de
entera y le dieron una orejucha. A otro, se lo llevó al sol y le dio fiesta a
la gente después de la merienda. Se montó encima, se tiró de rodillas y recetó
estocada caída. Luego la merienda hizo lo demás. Y las dos orejas, le fueron
concedidas por la generosidad de un palco que también había merendado.
La tarde de Manzanares
comenzó paseando a su hijo en el paseíllo, en un gesto en el que, el abuelo,
estaría en la mente de nieto e hijo. Luego quedó inédito ante la invalidez de
sus dos animales, que debieron ser devueltos a los corrales y que el presidente
mantuvo en el ruedo en gesto servicial a la empresa.
Cayetano
perdido y vendido delante de la cara del toro, se dejó sin torear a un noble
tercero, con el que no llegó a entenderse nunca. Una faena sin técnica ni
oficio que gustó al “entendido” público y al respetable presidente. Y que fue
premiada con una orejita. Con el sexto, también se perdió ante otro toro noble
y manso que cualquier otro torero se hubiera sacado partido.
Murcia.
Martes 15 de septiembre de 2015. 2ª de feria. Toros de Las Ramblas, desiguales
de presencia, flojos, nobles y descastados. 2º y 5º, inválidos. Enrique Ponce:
Oreja y Dos Orejas. José María Manzanares: Ovación y Ovación. Cayetano: Oreja y
Palmas. Entrada: Dos tercios de entrada.
Y el viernes:
Toros de Fuente-Ymbro para: Juan José Padilla, Manuel Escribano y Paco Ureña
Por Fran
Pérez @frantrapiotoros
Esta crónica es fiel reflejo de lo que ocurrió esa tarde de "toros" en Murcia, y no lo que publica La Verdad o La Opinión.
ResponderEliminarPor cierto, creo recordar que algún que otro toro llevaba en su lomo el guarismo del 12 = 3 años, es decir, novillo. Más fraude, más corruptelas que hay en la plaza de Murcia es... imposible.
Saludos.