UNA PIRÁMIDE PARA UREÑA (Madrid, Crónica de la 16° feria de San Isidro, 22 Mayo)

A su muerte, los faraones encerraban consigo sus posesiones mas valiosas. Todos sus tesoros ganados en guerras e intercambios, y pergaminos con la historia de su vida y hazañas. También, a su vera, la mejor corte de guerreros que defendieron su estirpe con él.

La grandeza del toreo, te hace ser faraón en vida. Y hoy en Madrid, me sentí jefe egipcio, porque a mi lado, vi la pureza del toreo. Y encerré en mi corazón el tesoro hecho persona. Valga esta crónica como pergamino a la historia, porque hoy he sentido el toreo, que con gracia y entrega, valor y constancia, marcado a fuego nos enseña, el torero del momento, Paco Ureña.

Madrid se convirtió en una convivencia de faraones, entregados a su Dios. Porque como tu, como yo, como esos tendidos entregados a la verdad, no olvidaremos el recuerdo de lo que va ser torero. Dios es torero. Y como torea!

Paco Ureña cautivó Madrid por su sinceridad. Si la sinceridad se mezcla con el toreo es capaz de hacer estas cosas. Que crear Dioses no se crean todos los días.

Mermado de facultades por la cornada del lunes en Vic, Paco se olvidó de dolores e hizo rebotar el sentimiento a las palmas de las manos de los espectadores. El segundo de Las Ramblas se dejó sin más. Y Ureña le puso esa chispa sin nombre, esa alma escondida, para bordar con lentitud el toreo con derechazos de suprema personalidad y simplemente exclusivos. Por el izquierdo el toro se lo pensaba más, pero Paco se ajustó y dejó ratificado que es torero de ambas manos.

Con la plaza caliente y cautivada, Ureña se tiró a matar o morir. Salió prendido de la suerte recetando una estocada tendida que necesitó tres golpes de verduguillo para atronar al toro. La oreja se perdió, pero el crujir de manos por aplausos de reconocimiento a su labor movió las placas tectónicas de la emoción.

Salió de la enfermería en el quinto, donde fue tratado del revolcón anterior, diciendo con su actitud eso de que antes partido que doblado. Se fue a portagayola y dejó unos buenos lances a pies juntos con el capote que fueron el inicio de la creación de otra obra maestra del Dios de la pureza. El toro de Las Ramblas, deslucido, parecia no tener un pase. Pero sin tener un pase, Ureña lo trató como si los tuviera. Pagó la confianza con otra voltereta, que el torero convirtió en batalla a carta cabal. Una batalla ganada tras un pinchazo y estocada entera, que valían un orejón unánime de Madrid. Otra oreja con sabor a Puerta Grande. Los faraones ya piden la pirámide para Ureña en Las Ventas.

El Cid pasó otra vez evidenciado que su tiempo ya pasó, y que ya no es capaz de poderle a los toros. Sus dos oponentes, el primero de Las Ramblas y el cuarto de Buenavista, ofrecieron embestidas para llegar más allá del silencio. Su presencia en los carteles, pruduce eso, silencio.

Jiménez Fortes sigue sin encontrar el alma en su toreo, para que su valor pueda llegar más allá de quedarse quieto. Hoy no dijo nada y ya van unas cuantas tardes en las que Fortes, esta sin Jiménez y sin Fortes.

Ficha:
Plaza de Toros de Madrid, Las Ventas. Domingo 22 de Mayo. 16° feria de San Isidro.
Toros de Las Ramblas, nobles y deslucidos. Un remiendo 4° de Buenavista, noble. Un sobrero, 3° de Julio de la Puerta, bueno.
El Cid: Pitos y Silencio
Paco Ureña: Gran Ovación y Oreja
Fortes: Silencio y Silencio
Entrada: Casi Lleno

Y mañana: Novillos de Ventana del Puerto para: Joaquín Galdós, Juan de Castilla y Alejandro Marcos.

Por Fran Pérez @frantrapiotoros