“Plebeyo” será cuestionado como un toro que no mereció el indulto y, sin embargo, se lo dieron. Me recuerda esto a esa canción de Sabina en el que a pesar de los fallos, sin embargo, hay un te quiero. “Plebeyo” no fue perfecto, miró a chiqueros y salió con la cara alta en los finales de faena. Pero en los principios, este Victorino propició una faena donde toro y torero se fundieron en eso que llaman toreo.
Ver torear en estos tiempos del arrimón es muy difícil. Y Curro Díaz toreó, expresó y cautivó en tandas rotundas por ambos pitones que entusiasmaron al público. Y que el público se rompa por el toreo es una alegría. Con el toro ya a menos, Curro Díaz se alivió para buscar el indulto en la fiesta que el toreo de verdad había producido. El indulto llegó por la insistencia del torero y del público para que así fuera y para que la celebración del 50 aniversario del debut como ganadero de Victorino Martín Andrés en Calasparra saliera redondo, a pesar de que torero, ganadero, presidente y aficionados sabíamos que ese toro no lo valía.
Antes, con el primero, otro toro de gran calidad y buena embestida por el pitón izquierdo, Curro Díaz se entretuvo en estar mejor que con el toro indultado, dejando dos tandas que son carteles de toros en panorámico. Un faenón de sabor y entrega del torero que no tuvo la rúbrica perfecta con la espada.
Antonio Puerta se llevó el peor lote. Mató su segundo en cuarto lugar porque Curro Díaz se cortó la mejilla con la empuñadura de la espada al entrar a matar al que abría plaza. Se corrió tuno. Este cuarto fue el peor toro del conjunto que Victorino envió a Calasparra y Puerta pasó de puntillas entre la merienda del personal. Antes, con el segundo, un toro más áspero pero con intenciones de tomarla, el de Cehegín anduvo correcto, sin llegar a pasar la raya que hubiera dado más emoción a la faena. Lo mejor de su actuación los recibimientos de capote a sus toros en una tarde en la que por sus gestos y miradas parecía no sentirse a gusto.
Se despedía de novillero, ante sus paisanos, Filiberto. Se estrenaba con ganado de Albaserrada y en pasajes de su actuación se le notó su bisoñez con este tipo de encaste. El tercero fue un novillo encastado y con mucho que torear. Un novillo bravo con el que Filiberto estuvo notable en su buen hacer con la mano derecha. Por el pitón izquierdo, el novillo de nombre “Dirigente” y de gran juego, vendía el pescado más caro, se justificó sin más el novillero que perdió trofeos por el mal uso de la espada. Con el feo sexto, Filiberto mezcló pasajes de buena factura con inexperiencias palpables ante ese tipo de ganado. Sobresalió la disposición del novillero que tras una estocada y tres descabellos cortó una oreja entre el cariño de sus paisanos.
Y la corrida acabó, y las tertulias del indulto sí o no crecieron, y el recuerdo de los pases de un torero de Linares alimentó corazones vacíos, y la incógnita del "qué pasará ahora" llenó la mente de todos. Porque la Fiesta es así de bonita, a veces tan injusta, tan blanca como negra. Pero, sin embargo, la quiero.
Calasparra (Murcia). Plaza de toros de La Caverina. Sábado 30 de Julio 2016. Corrida de toros Homenaje al Cincuentenario del debut de Victorino Martín como ganadero.
Cuatro toros y dos novillos de Victorino Martín, indultado el 4º (lidiado en 5º lugar), de nombre "Plebeyo", número 10, cárdeno de pelo, nacido en abril de 2012. Aplaudidos en el arrastre el 1º y 3º. Curro Díaz, ovación y dos orejas y rabo simbólicas; Antonio Puerta, ovación y ovación; Filiberto, ovación y oreja. Entrada: Tres cuartos de entrada.
Parte médico de Curro Díaz: "Herida inciso contusa a nivel molar que afecta al surco nasogeniano y aleta nasal derecha. Se realiza lavado de la herida, anestesia local y sutura de la herida".
Por Fran Pérez @frantrapiotoros para Pureza y Emoción purezayemocion.com
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