EL PESO DE LA PÚRPURA |
No entiendo
que después de lo de ayer todo se quede igual. Que López Simón, después de la situación
desagradable de ayer en Bilbao, no haya tomado cartas en el asunto. Una decisión
que va a marcar su carrera.
Aquella tarde que Bilbao se volvió a la contra de
un torero sin que el torero tuviera la culpa. Sea como sea, que Julián Guerra
siga llevando la carrera del torero de Barajas después de lo de ayer llama la
atención.
La temporada
sigue. Pero la dignidad también. Espero creer que Alberto no esté preso de
ninguna cláusula que le impida decirle adiós a Julián Guerra. Eso puede ser nefasto
para su carrera.
Yo creo en
Alberto. Es más, cuando Alberto ha sido feliz es cuando hemos visto al mejor López
Simón en la plaza. Esta temporada, a pesar de todo, se le ve incómodo. Ya desde
Valencia vimos que el torero de 2016 no era el de 2015. La presión y la
competencia le ha podido afectar y la incomprensión de la afición por la
injusticia a Javier Jiménez en Bilbao puede haber sido la gota que colma el
vaso.
Veo que un
cambio de aires puede ser la mejor medida para encontrarnos otra vez al mejor
López Simón.
Y el señor
Guerra, como los señores, debe dimitir. O al menos explicar porque dijo que no
a la juventud cuando él representa a uno de los valores más firmes de ella. ¿Querer
la fiesta o enriquecerse de la fiesta? Esa es la cuestión.
Fran Pérez
@frantrapiotoros
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