martes, 29 de noviembre de 2016

RENOVARSE O MORIR

La Oreja de Oro de Radio Nacional de España ya no es lo que era. Este año ha ido a parar a las manos de Enrique Ponce. Es indudable la capacidad del valenciano. Una verdadera figura del toreo que merece todo el respeto. Pero no deja de ser un torero con más de cuarto de siglo de alternativa a sus espaldas. Su tiempo de oreja de oro ya pasó.
Dar el premio a Ponce es atestiguar que la tauromaquia sigue anclada en otros tiempos y no ha sabido evolucionar. Quizá el premio va en sintonía con el tono del programa que lo concede. “Clarín” de Radio Nacional de España suena a rancio. A programa trasnochado que aburre, relegado a la cueva cavernaria.

Es una pena que el espacio radiofónico de la Radio de Todos este dejado de la mano de Dios. Atrás quedaron aquellos tiempos donde pareció resurgir de sus cenizas. Teo Sánchez y Enrique Mazas consiguieron dar al programa más entidad, más juventud y por tanto más ganas de escucharlo acompañados por Gloria Sánchez Grande. Ahora es que lo pones y apagas la radio. También Alfredo Rodríguez consiguió que los aficionados dejaran un espacio de su tiempo el domingo para escuchar Clarín. Lo de ahora es que no tiene palabras para calificarlo. Dejémoslo en inescuchable.

¿Pero la fiesta de hoy es la Ponce? Yo creo que no. Debemos pasar página sin olvidarnos del poso de lo leído y reconocer a los toreros que a día de hoy tiran y tienen margen de tiempo para empujar el carro. Digámoslo claro. Si alguien merecía la oreja de Oro era Talavante. Alejandro representa otro tiempo, otra cara más representativa. Una señal de que la tauromaquia sigue y que no es un espectáculo para personas de media y avanzada edad.

Ya lo dijo Miguel de Unamuno, “el progreso consiste en renovarse”, que dio pie al pueblo para hacer suyo el refrán, “renovarse o morir”.

Fran Pérez @frantrapiotoros

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