martes, 8 de noviembre de 2016

LO PEOR ESTÁ DENTRO (Sobre el precio de las entradas y algo más)

La polémica está servida. Ayer lunes, la empresa de la plaza de toros Monumental de México, anunció los precios de las corridas de toros de la Temporada Grande 2016-2017 que comenzará el próximo sábado 12 de noviembre.

Este anunció ha caído como un jarro de agua fría entre la afición porque los precios han aumentado considerablemente de la anterior temporada a esta.

Rafael Herrerías, anterior empresario de “la México” dejó el boleto más caro, la barrera de sombra, en 960 pesos, que al cambio en euros son 46,61. Los nuevos gestores, con Alberto Bailleres al frente, este año fijan la entrada más cara en 1390 pesos, que al cambio en euros son 67,49. Eso supone una subida de algo más de 20€ por entrada, que le ha supuesto a la nueva empresa una lluvia de críticas, que en nada le favorece para levantar una plaza que necesita de “todos” para poder presentar ese lleno deseado y necesario que la fiesta necesita en esa monumental plaza.

Estamos convirtiendo la fiesta de los toros, la fiesta del pueblo universal en una fiesta de “pijos” con ropa de marca y gomina hasta las cejas. Hemos pasado de un espectáculo democrático, donde cogían todos independientemente de su clase social a una dictadura de palmeros con cartera llena que suben las acciones del perfume y de la grasa de ballena, que se creen que saben de toros pero no saben ni los años que tiene la plaza de su pueblo y que se fijan más en el vaso que en el ruedo.

Pero lo que pasa en México lo sabemos bien en España. Ojalá que allí, aunque lo dudo, el incremento del 40% en el precio de las entradas sirva para darle más verdad  a un espectáculo en el que últimamente brillaba por su ausencia en favor del serrucho y la corrupción de algunos funcionarios de la delegación.


Aquí, en España, vemos ferias con precios astronómicos que no equivalen a lo que se ve en el ruedo. Es más, en muchas plazas de segunda categoría lo que vale una barrera en la México es lo que vale una entrada de tendido alto de sol y sombra. El serrucho también reina y el compadreo está a la orden del día.

Al menos en México se quejan y lo dicen. Sin embargo, por las plazas españolas reina el silencio, se extiende cada vez más el cemento y se extermina la afición a pasos agigantados.

Parece, que es ya lo de menos que cuatro pelanas y cinco niñas con el pelo de los fraggle rock te digan asesino en la puerta de una plaza de toros. Lo peor, es que dentro de ellas se rían de ti, sin que tú lo sepas.

Fran Pérez @frantrapiotoros

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo contigo. En la plaza más grande del mundo, y que cuesta tanto cubrir el cemento, se debería cuidar al aficionado. Cuidando el coste de su entrada, mimando la presentación de los toros (vergonzosa de manera habitual), y anunciando los mejores toreros. Toro, torero y aficionado. o los tres, o la decadencia.
    http://blogelapartado.blogspot.com.es/

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